Ciudad de México. La viabilidad financiera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está garantizada hasta 2037 con el uso de reservas, pero existen riesgos que amenazan la continuidad de los servicios médicos y otras prestaciones para 74 millones de derechohabientes, advierte el Informe sobre la situación financiera del organismo 2022-2023.
Entre otros, identifica el costo del Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) de los trabajadores del IMSS que aumenta cada año y en 2022 representó 22.5 por ciento de los egresos del instituto.
También está el aumento de enfer-medades crónicas (diabetes e hipertensión arterial) y necesidades financieras crecientes como la obligación de garantizar el servicio de guarderías a los trabajadores hombres. Para esto se requiere una inversión de 12 mil millones de pesos.
El informe que la semana pasada se entregó al Poder Ejecutivo y el Congreso de la Unión, señala que hasta diciembre de 2022 el déficit a valor presente es de 1.19 billones de pesos, equivalente a 3.8 por ciento del producto interno bruto. La solución en el mediano y largo plazos requiere de la participación de patrones, trabajadores y gobierno.
En 2022, los ingresos ascendieron a 640 mil 603 millones de pesos, cifra superior en 72 mil 524 millones de pesos respecto al ejercicio anterior, lo que se explica por el aumento en la recaudación, principalmente de cuotas obreros patronales, que ascendió a 472 mil 415 millones de pesos y representan 73.7 por ciento del total.
Los gastos fueron 601 mil 372 millones de pesos, cifra superior en 26 mil 670 millones de pesos en relación con 2021 y se debió, principalmente, al aumento en los gastos de funcionamiento y en el RJP de trabajadores del instituto. De éste último se erogaron 136 mil 880 millones de pesos.
De acuerdo con las previsiones actuariales, el gasto en el RJP crecerá otros dos años y a partir de 2025, cuando el IMSS desembolsará más de 152 mil millones de pesos, empezará a disminuir por la reforma legal de 2005, que restringe los beneficios del régimen a personal que ingresó a laborar a partir del 16 de octubre de ese año. No obstante, la presión financiera seguirá por varios años más.
El director de Finanzas, Marco Aurelio Ramírez Corzo, comentó que se requieren “cambios en medidas normativas” para tener un mejor control del gasto. El funcionario participó en el foro Retos y Perspectivas Financieras 2023, donde planteó que entre los desafíos está lograr el equilibrio del seguro de enfermedades y maternidad (SEM), el cual por años se ha mantenido con déficit.
El Informe sobre la situación financiera menciona que en 2022 el faltante fue de 3 mil 523 millones 301 mil pesos; el mayor monto correspondió a los servicios médicos para pensionados por mil 858 millones 466 mil pesos.
Aun así, el año pasado, el Seguro Social obtuvo un superávit global de 2 mil 830 millones de pesos y con las acciones para mejorar la eficiencia en el gasto, se agregaron dos años de solvencia financiera (al 2037), con respecto a lo reportado en junio de 2022.
En cuanto al seguro médico, el documento resalta que en un día típico en clínicas y hospitales del IMSS se otorgaron más de 497 mil consultas médicas; hubo alrededor de 6 mil 200 egresos hospitalarios, más de 3 mil 700 intervenciones quirúrgicas y más de 870 mil análisis clínicos.
En el apartado sobre el uso de las cinco reservas financieras con las que se garantiza la solvencia del IMSS, el informe menciona que de 2029 y hasta 2035 se utilizará la de Operación para Contingencias y Financiamiento (RFA). A partir de 2036 se emplearán los recursos de las reservas Financiera y Actuarial y la de Cobertura de Gastos Médicos para Pensionados del SEM.
De 20237 a 2038, el IMSS estima que se tomarán los recursos de la Reserva Financiera y Actuarial de la cobertura de personas aseguradas (trabajadores activos) del SEM. No obstante, se prevé que en 2038 los fondos serán insuficientes para cubrir las necesidades de los diferentes seguros.