El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que para el 2024 prácticamente se terminará la importación de gasolinas porque del millón 394 mil barriles diarios que se proyectan como consumo, sólo 34 mil barriles se traerán del extranjero. En su mayor parte, agregó, el energético provendrá de las ocho plantas que para entonces operará Petróleos Mexicanos: 707 mil barriles de las seis refinerías que funcionan ahora en el país, 306 mil de Dos Bocas y 262 mil de Deer Park.
Según los datos de la evolución de consumo de gasolina, esto representará una drástica reducción de la importación de combustible en comparación con 2018, cuando el origen del energético que se consumía en el país era muy diferente: del millón 259 mil barriles diarios que entonces se distribuyeron, 359 mil provenían de las seis refinerías de Pemex (Salamanca, Cadereyta, Salina Cruz, Tula, Madero y Minatitlán) y 901 mil barriles se compraban en el extranjero.
Hay que ir a la autosuficiencia energética, igual que a la autosuficiencia alimentaria, para que no nos involucremos en los conflictos de las grandes potencias, de las hegemonías, sostuvo.
“Ya rescatamos la producción en Pemex sin endeudarla, (…) lo que queremos es que el petróleo no se venda, que no sigamos enviando crudo al extranjero, que procesamos toda nuestra materia prima para que no tengamos que comprar las gasolinas.”
En conferencia, manifestó que los niveles de importación de hidrocarburos estaba asociada al desplome de la producción de petróleo, que pasó de 3.4 millones de barriles diarios con Vicente Fox a 1.7 millones cuando concluyó el sexenio de Enrique Peña Nieto. No les interesaba Pemex, sino sólo les importaba lo que “ellos le llaman negocios, business, pero realmente era abusos, saqueos, contratos leoninos, incumplimiento de compromisos, estafas, beneficios a las empresas extranjeras”.
Criticó que las inversiones para exploración se realizaban en el norte o en aguas profundas, “el petróleo está en tierra en el sureste, está en aguas someras, vamos a invertir ahí, no a seguir apoyando empresas estadunidenses petroleras con contratos; o a Repsol, que le dieron el contrato de la cuenca de Burgos para el gas. Se reorientó la inversión pública y esto nos ayudó mucho porque se descubrieron nuevos campos”.
López Obrador aseguró que esto permitió reducir el costo de producción del crudo porque bajó de 20 a 10 dólares, cuando actualmente el precio internacional es de 65 dólares, lo que ha ampliado los márgenes de utilidad.
“Ya rescatamos la producción en Pemex sin endeudar (…) lo que queremos es que la producción de petróleo no se venda, que no sigamos vendiendo petróleo crudo al extranjero, que procesemos toda nuestra materia prima para que no tengamos que comprar las gasolinas.”
Sin embargo, subrayó que la política de extracción petrolera no caerá en la irresponsabilidad de antaño, cuando se agotó el yacimiento de Cantarell aceleradamente, sino que se establecerá un máximo de extracción de 2 millones de barriles al día.