Madrid. El mundo de la cultura y el arte en España se está movilizando contra los actos de censura y cancelación impulsados por la extrema derecha de Vox, que a raíz de las elecciones del pasado 28 de mayo y tras sus alianzas con el Partido Popular (PP) logró entrar en varios gobiernos municipales y autonómicos y controlar las consejerías de Cultura y Arte. Desde ahí ha quitado del cartel, ya previsto en festivales o programaciones, obras de teatro o películas en las que haya imágenes o pasajes con escenas homosexuales, familias no convencionales o en las que hagan alusiones al bando republicano durante la Guerra Civil (1936-1939). A esta campaña de rechazo se han unido artistas diversos, como Pedro Almodóvar, Joan Manuel Serrat, Rozalen, Montxo Armendáriz y Rosa Montero, además de instituciones tan prestigiosas como el Teatro Líceo de Barcelona, el Teatro Grec, la Fundación SGAE y la Compañía Nacional de Teatro Clásico, entre otros.
Son gente del teatro y la cultura, en la que hay algunos de los creadores más prestigiosos del país, pero también están políticos como el ministro de Cultura, Miquel Iceta, y, por supuesto, numerosos dirigentes de la izquierda que ven con preocupación la dominación paulatina en las instituciones de Vox, una formación política que niega la existencia de la violencia de género, que denigra al movimiento LGTBI+, que defiende las “virtudes” de la dictadura de Francisco Franco y que no reconoce la existencia del cambio climático. Para muchos es como volver a vivir los tiempos en los que uno de los generales franquistas con más poer, José Millán-Astray, interrumpió un pleno de la Universidad de Salamanca presidido por su entonces rector, Miguel de Unamuno, para decirle: “Muera la inteligencia. ¡Viva la muerte!”, que a la postre se convirtió en uno de los pasajes que mejor defiden el ascenso del fascismo en España y en Europa.
De ahí la preocupación por la entrada en instituciones culturales de Vox a raíz de los pactos suscritos con el PP, ya que la formación ultra ha asumido el control de algunas de las consejerías de Cultura, que es precisamente desde donde ha censurado y “cancelado” obras de teatro de Virginia Woolf por sus escenas lésbicas, así como de obras de teatro en la que se relata el periplo de maestros republicanos antes de ser fusilados o en su trance de cambio de sexo. Incluso se censuraron películas infantiles de Disney Pixar (Lightyear), cuyas funciones fueron retiradas en una localidad de Cantabria por un breve beso de saludo entre dos mujeres.
En un manifiesto, escrito en los cuatro idiomas del Estado español (el castellano, el euskera, el catalán y el gallego) y bajo la etiquieta “stopcensura”, el mundo de la cultura explica sus motivos para reaccionar: “Ante esta increíble situación por la que están pasando las Artes Escénicas y la Música en la que se están produciendo cancelaciones de espectáculos y actuaciones musicales en todo el Estado, motivadas únicamente por criterios partidistas y políticos. Las y los profesionales del mundo de la cultura queremos denunciar el retorno de la censura que está atentando contra la libertad de expresión, un derecho consolidado social y democráticamente en nuestra Constitución. Exigimos la protección de nuestros derechos fundamentales porque sin cultura no hay democracia”.
Además de gente del teatro y la cultura también se han sumado a la denuncia numerosas instituciones artísticas, como el Centro Dramático Nacional, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, el Gran Teatro del Liceo, el Teatro Kamikaze, el festival Grec, el Temporada Alta, el Teatre Lliure, la Academia de las Artes Escénicas de España, el Teatre Romea, el Goya, el Poliorama, el Teatre Nacional de Catalunya, el institut Ramon Llull, el Teatro del Barrio, la Fundación SGAE, la Sala Cuarta Pared, la sala Beckett, la Red Española de Teatros, los Premios Max, Bitò Produccions, la Sala Mirador, el festival Escena Poblenou, el Teatro Pradillo, La Calòrica, La Brutal, Actua Cultura, Dagoll Dagom o la Mostra d'Igualada. Y también la patronal estatal de los teatros, Faeteda.
Entre las personalidades que se han sumado destacan directores de cine y teatro como Pedro Almodóvar, Montxo Armendáriz, Marta Pazos y Pablo Messiez, dramaturgos como Guillem Clua, Josep Maria Miró, Marta Buchaca, Joan Yago y Marc Artigau, y escritoras como Rosa Montero, Lucía Lijtmaer, Llucia Ramis y Maruja Torres, entre otras muchas personalidad del arte y la cultura.