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Cultura

2023-07-06 06:00

En Little Broken Hearts exploré un lado oscuro: Norah Jones

El disco cuenta una traición amorosa, en el que la cantante fantasea sobre ser una asesina.
El disco cuenta una traición amorosa, en el que la cantante fantasea sobre ser una asesina. tomada del Facebook de la artista
Periódico La Jornada
jueves 06 de julio de 2023 , p. 6a

Nueva York. Una señal de lo mucho que Little Broken Hearts fue punto de partida para Norah Jones es que filmó no uno, sino dos videos musicales para el álbum en los que se mostraba como una asesina.

Una víctima era un novio mentiroso e infiel, la otra su tentadora. Ambos terminaron en el fondo de un lago. Una década después de su lanzamiento, la grabación se erige como isla en la carrera de Jones. Es una pequeña joya en la que se probó para salir de una zona de confort musical y procesar la confusión romántica que terminó como declaración concisa y consistente que rivaliza con algunos álbumes clásicos de desamor.

“Simplemente me encanta”, expresó Jones recientemente. “Es una de las cosas favoritas que he hecho. También creo que a algunos les gustaba cuando el resto de mis cosas no les gustaban, y siempre pensé que era divertido y gracioso”.

La suntuosa voz de Jones estaba en todas partes a principios de la década del 2000, las canciones de su debut con toques de jazz, Come Away With Me, salían de los parlantes en las salas de estar, las boutiques y los restaurantes. Ese álbum ha vendido la asombrosa cifra de 23.7 millones de copias.

Era una música tan agradable e inofensiva que ofendió a algunos.

Jones, que hizo Little Broken Hearts en 2012, tenía poco más de 30 años y acababa de pasar por “una de mis rupturas más dramáticas”. Su voz parecía cansada en la canción Good Morning, que sonaba como el amanecer en una noche de insomnio. Aprendes que en las 12 canciones de su álbum emergen las líneas generales de una historia de traición.

Trabajó con Brian Burton, el productor conocido como Danger Mouse, cuya impronta vanguardista fue evidente en discos de Gnarls Barkley, Broken Bells, The Black Keys y Beck. Ella le había pedido que produjera música que había escrito para un álbum anterior, pero él se negó.

A Burton le gustaba entrar al estudio sin nada escrito y ver qué pasaba. “Y yo decía ‘¿qué?’”, expresó Jones. Ella nunca había trabajado de esa manera.

Esto parece, para un extraño, un poco desordenado. Colaboraron casi solos en un estudio durante dos meses y las fortalezas de ese enfoque se hicieron evidentes. Las canciones son simples, directas y cuentan una historia cohesiva, tanto lírica como musicalmente.

Al comienzo, Burton preguntó si Jones estaba dispuesta a ir a un lugar más oscuro de lo que había estado antes. Bajo su liderazgo, ella contó las historias en voz baja.

“A él le gusta ese tipo de música oscura, pero yo estaba dispuesta a cualquier cosa, ¿sabes?”, comentó. “Me sentí muy cómoda porque ya éramos amigos y ya habíamos pasado los últimos años reuniéndonos de vez en cuando, tomando una copa, hablando de relaciones y esas cosas.

“Así que no tenía ganas de entrar en este lugar vulnerable con un extraño. Eso lo hizo mucho más fácil.”

El trabajo culminó con la canción Miriam, a la vez fascinante y algo espeluznante, en la que fantasea sobre matar a su rival. “Miriam, es un nombre tan bonito. Y lo seguiré diciendo, hasta que mueras”.

Cuando terminó, Burton declaró a la revista Rolling Stone que el álbum era “obviamente muy diferente a todo lo que Norah había hecho antes. No sé qué pensará la gente. Espero que les guste y que no pierda un montón de fans”.

Parte de la vida

Lo que el crítico Mark Saleski encontró aún más sorprendente es que el cambio musical fue “esta idea alucinante: alguien engañó a Norah Jones.

“Le pasa a los mejores de nosotros”, señaló ella durante un almuerzo. “Es parte de la vida”.

No, el verdadero nombre de la mujer no es Miriam. Y no, Jones tampoco es una asesina. Las canciones no siempre son literales. Se ha resistido a referirse a esto como un álbum desgarrador, a pesar de que la frase “corazones rotos” aparece en dos títulos de canciones, porque le preocupa que la caracterización eclipse la música y pierda parte de la diversión.

Su reticencia es evidente cuando se le pregunta sobre cómo se sintieron las personas reales que inspiraron las historias. No le gustaban esas preguntas entonces, ni ahora.

“¿Por qué necesitas que hable sobre mis relaciones? Acabo de darte un álbum completo que resume las emociones y el funcionamiento interno de mi cerebro. La gente es tan entrometida y es tan gracioso. Es como si sangrara en este álbum. ¿Qué más puedo decir que sería mejor que eso?”

Hay una rica historia de artistas que vierten tormento romántico en canciones o álbumes. Los mejores evitan la autoindulgencia y dejan espacio a los oyentes para que reconozcan sus propias vidas en lo que están escuchando.

Blood on the Tracks de Bob Dylan, Here, My Dear de Marvin Gaye, Rumors de Fleetwood Mac, Disintegration de The Cure, Back to Black de Amy Winehouse, 21 de Adele y Tunnel of Love de Bruce Springsteen son algunos de los que vienen a la mente.

Es un poco pronto para saber si Little Broken Hearts se unirá a ese selecto grupo, aseveró Krystal Klingenberg, curadora de música en el Museo Nacional de Historia Estadunidense. Sin embargo, admira el esfuerzo.

“Salir a probar algo diferente y tomar un giro en tu dirección artística siempre requiere agallas, y sinceramente la aplaudo por eso”, comentó. “Si todo fuera igual, estoy segura de que a la industria le gustaría que ella interpretara Don’t Know Why para siempre”.

¿Quién podría culpar a alguien? Esta canción se ha reproducido más de 416 millones de veces en Spotify. Come Away With Me, 339 millones. Happy Pills, la canción más popular de Little Broken Hearts, tiene 34 millones de reproducciones.

Unos seis meses después de que Jones terminara el álbum, almorzó con Bruce Lundvall, el experto en jazz que dirigía su sello, Blue Note Records. Lundvall, quien murió en 2015, admitió que al principio no le gustaba mucho el disco, pero que se estaba recuperando.

“Era un amante de la música inteligente, pero en realidad no era lo suyo”, afirmó Jones. “Eso tenía mucho sentido y estaba bien para mí. Me sentía de esa manera por cualquiera que tal vez amaba mi primer disco, pero no este; eso realmente no me molestó. Es un disco muy diferente”.

A pesar de la oscuridad del material, Jones sólo tiene recuerdos felices de haberlo hecho. Alquiló una casa en Los Ángeles cerca de donde se grabó y volvía a nadar en la piscina cuando terminaba el trabajo del día.

Los amigos la visitaban, incluido un nuevo novio, quien es ahora su esposo y padre de sus dos hijos.

Las críticas fueron generalmente positivas para el disco, que recientemente recibió el tratamiento de redición que incluye un espectáculo en vivo desde Texas.

Incluso a una revista hípster como Spin le gustó, aunque el crítico Nate Cavalieri no pudo resistir señalar: “Little Broken Hearts es emocionante porque explora los rincones más oscuros de la traición, el mal amor y los celos con suficiente vitalidad para impulsar a Jones fuera del purgatorio incruento de la música para el brunch”.

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