Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió ayer en los festejos del Día de la Independencia, el fin de la “epidemia de violencia armada”, después de una “oleada” de asesinatos en el país.
“Mientras nuestra nación celebra el Día de la Independencia, rezamos por el día en que nuestras comunidades estén libres de la violencia armada”, dijo el mandatario en un comunicado a los medios.
“En los últimos días, nuestra nación ha sufrido una vez más una ola de tiroteos trágicos y sin sentido en comunidades de todo Estados Unidos”, señaló Biden en referencia a tiroteos en Filadelfia, Fort Worth y Lansing, así como casos recientes de violencia armada en Baltimore, Wichita, Kansas y Chicago.
El lunes por la noche hubo un nuevo tiroteo en las calles de la ciudad de Filadelfia que se saldó con cinco muertos de entre 15 y 59 años, según la policía, que anunció que detuvo al presunto autor. El atacante estaba armado con un rifle semiautomático tipo AR-15 y disparó a sus víctimas “aparentemente al azar”, informó la policía de Filadelfia.
En el estado de Texas, otras tres personas murieron y ocho resultaron heridas por disparos justo antes de la medianoche en un estacionamiento en Forth Worth, durante una fiesta organizada en vísperas de las celebraciones del 4 de julio, informó la prensa local.
Unos días antes, dos personas fallecieron y otras 28 fueron heridas por disparos durante un incidente en una fiesta de barrio en Baltimore, en la costa este de Estados Unidos.
El tiroteo en Filadelfia elevó a 29 el número de matanzas en 2023, según una base de datos que llevan The Associated Press y el diario USA Today en alianza con la Universidad Northeastern. Es la cifra más alta jamás registrada para estas alturas del año. También el número de fallecidos en esos sucesos es el más alto para la fecha.
Se han registrado más de 550 incidentes de asesinatos masivos en Estados Unidos desde 2006, según la base de datos, en los que han perdido la vida al menos 2 mil 900 personas y al menos 2 mil han resultado heridas.
Por otra parte, la Casa Blanca fue evacuada brevemente el domingo por la noche cuando Biden se encontraba en Camp David, después que el Servicio Secreto descubrió un polvo sospechoso donde se encuentran las oficinas presidenciales, y un análisis preliminar reveló que era cocaína.