Puerto Iguazú. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, abogó ayer por una respuesta “rápida” y “contundente” a las “amenazas” de sanción de parte de la Unión Europea (UE) que limitan la ratificación del acuerdo comercial con el Mercado Común del Sur (Mercosur), y aseguró que “no estamos interesados en acuerdos que nos condenen al eterno papel de exportadores de materias primas, minería y petróleo”, en un ambiente de desconfianza después de la gira por América Latina que realizó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Al recibir la presidencia protempore del Mercosur, integrado también por Argentina, Paraguay y Uruguay, en la ciudad argentina de Puerto Iguazú, Lula pidió a sus socios una repuesta “rápida y contundente” a las normas ambientales que pide la UE y que son la principal traba para ratificar el acuerdo, firmado en 2019 y negociado por más de dos décadas.
Los 27 exigen que ningún producto que llegue al viejo continente y que derive de este acuerdo contribuya a la deforestación del Amazonas. Existen desacuerdos también respecto a las obligaciones de transparencia en las compras estatales, donde ambos bloques intercambiarán información para respetar los intereses en el mercado europeo, así como los fondos para los sectores productivos que aún no tienen un marco de aplicación.
“Es un acuerdo de compañeros, de socios estratégicos. Nada de colocar la espada en la cabeza del otro. Nos vamos a sentar y arreglar nuestras diferencias”, defendió el líder progresista en el primer cónclave presencial del bloque desde 2019.
Durante su visita a Brasil en junio pasado, Von der Leyen dijo: “Esperamos con ansias su respuesta, porque es nuestra apertura para escucharlos, para escuchar dónde tenemos que mejorar”.
Lula aseguró que su visión es que el bloque que encabeza avance en acuerdos comerciales con Canadá, Corea del Sur y Singapur, mientras apunta a reforzar el comercio entre sus propios miembros. Incluso, se comprometió a negociar con el Congreso brasileño el aval para incorporar a Bolivia como socio pleno del Mercosur, punto pendiente desde 2015.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, mostró su preocupación en esta cumbre por la falta de flexibilidad del Mercosur y abogó por abrirse al mundo de manera conjunta, aunque si no es posible, Uruguay buscaría acuerdo de forma independiente. “Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Nosotros vamos a insistir llevando el cántaro porque no es caprichoso el planteamiento de Uruguay hacia dentro y fuera del Mercosur”, subrayó.
En la declaración final de la cumbre, que no firmó Uruguay, los mandatarios sudamericanos reiteraron su preocupación en torno al acuerdo con el bloque europeo “por la evolución de iniciativas legislativas que pudieran desembocar en medidas restrictivas del comercio que afecten las exportaciones agrícolas del Mercosur y alteren unilateralmente el equilibrio de los términos” acordados en principio en 2019.
Lula adelantó que hoy tendrá una conversación telefónica con el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, quien acaba de asumir la presidencia semestral de la UE, porque “puede ayudar a concluir este acuerdo”.