El atentado en contra del secretario de Gobierno de Tamaulipas, Héctor Villegas González, fue una “reacción” de algunos que “quedaron resentidos” con el triunfo de Américo Villarreal y que ahora quieren “enrarecer” la vida pública en ese estado, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Interrogado en la mañanera de ayer sobre lo ocurrido la madrugada del lunes, el mandatario lamentó el ataque contra el funcionario local y sus acompañantes, y resaltó que afortunadamente todos resultaron ilesos.
Destacó que ya se realiza la investigación para dar con los agresores y manifestó su apoyo al gobernador tamaulipeco.
“Fue una hazaña del pueblo de Tamaulipas el haber elegido al doctor Américo Villarreal como gobernador, porque llevaban muchísimo tiempo en Tamaulipas sin un gobernador con esas características; lamentablemente habían padecido muy malos gobernadores y ahora tienen un hombre íntegro en el gobierno, una gente honesta, limpia, y desde luego, quedaron algunos resentidos, como es natural, y están queriendo enrarecer la vida pública en Tamaulipas, pero no está solo el gobernador.”
El Ejecutivo señaló que el titular de la Secretaría de Marina, José Rafael Ojeda, realizaría ayer mismo una visita a Tamaulipas –no por el atentado, sino para verificar los avances en la construcción del puerto de Matamoros– y le instruyó expresar al mandatario local la solidaridad y el apoyo de la administración federal ante estos hechos.
Critica a jerarquía católica
Al referirse a las expresiones críticas del obispo de Apatzingán, Cristóbal Ascensio García, quien consideró que en lugar de festejar el quinto aniversario del triunfo de López Obrador debería haber un día de luto por la violencia en Michoacán, el mandatario dijo que el purpurado está en su derecho de manifestarse, pues “somos libres”.
Sin embargo, consideró que “hay veces que la jerarquía de la Iglesia tiene más simpatía por los potentados, por los ricos, muy contrario al sentimiento, a la esencia del cristianismo, porque Jesús siempre estuvo a favor de los pobres”.
Aseveró que su relación con la Iglesia católica es “muy buena” y que tiene particular admiración por el papa Francisco. Mencionó: “Vivimos en un país de libertades y todos nos podemos expresar, manifestar. Y somos partidarios de un Estado laico. Esto significa que se garantiza la libertad religiosa para todas las iglesias”.