El sostenido incremento en las remesas familiares a México abrió la puerta a un floreciente negocio: las empresas dedicadas a la movilización de esos recursos desde Estados Unidos. En el último año 27 nuevas compañías se sumaron al universo de las prestadores de este servicio en el país y prácticamente todas lo hacen desde plataformas tecnológicas que han crecido en medio del auge de las llamadas fintech o compañías de tecnología financiera, de acuerdo con datos oficiales y opiniones de expertos.
Entre 2018 y 2022, el flujo de remesas creció 74 .7 por ciento. Las aplicaciones y otras alternativas que se han incorporado al mercado, de acuerdo con estas firmas, permiten a la población recibir sus recursos a costos más bajos.
En 2018, el flujo de recursos que los connacionales enviaron al país sumó 33 mil 480 millones de dólares, un récord anual. Al cierre del 2022, la cantidad pasó a 58 mil 497 millones de dólares y para 2023 hay proyecciones que apuntan a 60 mil millones o más.
Tal volumen de recursos ha llevado a las empresas de tecnología financiera compitan directamente con las remesadoras tradicionales para atraer más clientes, e incluso, desarrollen soluciones para enviar dinero por medio de WhatsApp.
La forma tradicional de enviar recursos desde el extranjero es por medio de una remesadora como Western Union, que en promedio cobra 11 dólares por envío, muy alto en comparación con los tres que están fijando los nuevos participantes del mercado. En este esquema el receptor debe trasladarse a un banco o alguna filial en México y con una clave se le entregan sus recursos en efectivo.
“El negocio de las empresas de tecnología financiera enfocadas en pagos y envíos es el de las remesas, en los últimos años es el que más ha crecido y es donde se realizan todos los esfuerzos del sector”, dijo en entrevista Ulises Tellez, fundador y director general de Grupo Smart Pay, una firma que ofrece el servicio de recepción de remesas por medio de los canales digitales.
De acuerdo con los últimos datos de Finnovista, firma especializada en las empresas de tecnología financiera, mejor conocidas como fintech, en México operan 116 empresas que pueden hacer pagos y transferencias internacionales. Tan sólo entre 2021 y 2022, se integraron 27 más.
“Los ingresos de las fintech aumentan consistentemente año tras año. Las empresas que se encuentran en los rangos superiores de ingresos y empleados pertenecen principalmente a los segmentos de banca digital, préstamos y de pagos y envíos internacionales”, señala Finnovista en su edición 2023 del Radar Fintech.
No todas estas empresas están autorizadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), dado que pueden operar bajo un artículo de la ley fintech. El vacío se encuentra en que las autoridades no tienen claro cuál es la responsable de recibir quejas de este mercado.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) indica que la autoridad correspondiente para levantar quejas en el mercado de remesas es la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco); sin embargo, en el portal de la Profeco, se indica que cualquier reclamo debe remitirse a la Condusef.
Entre las principales empresas que figuran en este mercado se encuentran PayPal, ABC Ualá, Paga Todo, Wise, Revolut, e incluso la plataforma de criptomonedas Bitso. Este tipo de firmas no cobran comisión a los connacionales que radican en el extranjero y envían recursos a sus familiares, ni a los receptores de recursos.
El medio para enviar dinero es básicamente el mismo. Los mexicanos que radican en el exterior y los receptores de remesas deben bajar la misma aplicación. Al registrarse se les otorgará una cuenta de depósito y en estos casos se les envía una tarjeta de débito básica.
La transferencia se hace por medio de la aplicación y cuando los recursos llegan a la cuenta en México se convierten a pesos. Los receptores deben acudir a un cajero automático y retirar sus recursos con el cobro de una comisión del banco por disposición de dinero en efectivo.
Un caso particular es el de la Financiera del Bienestar, en alianza con Broxel en Estados Unidos. En este esquema el remitente y el receptor abren una cuenta en Internet o en una sucursal bancaria, el envío se hace por medio de los sistemas del banco estadunidense y la comisión es de tres dólares. Sacar los recursos no tiene costo.
En el caso de Bitso, ambas personas abren una cuenta en la aplicación. El residente en Estados Unidos deposita sus recursos en una cuenta de criptomoneda, preferentemente en una moneda estable –que igualan el valor de un dólar o un peso–y hace una transacción por medio de los sistemas de la aplicación.
Al momento de llegar a México, los recursos se convierten a pesos y se hace una disposición en efectivo con el cobro de la comisión que hacen los bancos.
El proceso en Felix Pago y Mercado Pago tiene un costo de envío de 2.99 dólares por envío. La persona en Estados Unidos debe registrar su número telefónico en Felix Pago, luego, se le redirecciona a un chat inteligente de WhatsApp. La persona que envía decide si el depósito es a una cuenta bancaria, puede ser directamente a una de Mercado Pago, o si se retira en efectivo en tiendas como Oxxo.