Washington. Estados Unidos se opone “firmemente” a los controles a la exportación anunciados por China sobre el galio y el germanio, metales necesarios para producir semiconductores y otros productos electrónicos, dijo este miércoles un portavoz del Departamento de Comercio estadunidense y agregó que Washington consultará a sus socios y aliados cómo abordar la cuestión.
China puso esta semana controles a la exportación de productos de galio y germanio, que se usan en vehículos eléctricos (VE) y cables de fibra óptica. El abrupto anuncio de los controles a partir del 1 de agosto ha hecho que las empresas se apresuren a asegurarse el suministro y ha disparado los precios.
El germanio se usa en chips informáticos de alta velocidad, plásticos y en aplicaciones militares como dispositivos de visión nocturna y sensores de imágenes por satélite. El galio se ocupa en radares y dispositivos de radiocomunicación, satélites y LED.
“Estas acciones subrayan la necesidad de diversificar las cadenas de suministro. Estados Unidos colaborará con sus aliados y socios para abordar esta cuestión y reforzar la capacidad de recuperación de las cadenas de suministro críticas”, dijo el portavoz del Departamento de Comercio en un comunicado.
Analistas económicos consideran que la medida de China, adoptada por su Ministerio de Comercio para proteger la seguridad nacional, es una respuesta a los crecientes esfuerzos de Washington por frenar los avances tecnológicos chinos.
El anuncio se produjo en vísperas de la festividad del Día de la Independencia de Estados Unidos y justo antes de que la secretaria del Tesoro estadunidense, Janet Yellen, visite Pekín.
La Comisión Europea también ha expresado su preocupación. El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, dijo que cualquier ampliación de los controles a materiales como el litio sería “problemática”.
El asunto es el más reciente capítulo de la tensión entre Estados Unidos y China, que ha ido en aumento en los últimos años por cuestiones como los aranceles comerciales, los orígenes de la pandemia del covid-19, la ciberseguridad, las acusaciones de espionaje y la competencia tecnológica.