El fallecimiento del médico otorrinolaringolo Héctor Manuel Marín Méndez, de 51 años de edad, ocurrido el 23 de abril durante un incendio en el piso 24 de la torre A Olivo del complejo High Park Sur, en Periférico Sur 5550, alcaldía Coyoacán, destapó un nuevo caso de corrupción inmobiliaria porque evidenció que la construcción de 38 niveles, la cual originalmente sería de 15, no cuenta con licencia de construcción, denunció Rodrigo Muñoz Dromundo, representante legal de la familia de la víctima.
El litigante anticipó que interpondrá una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia (FGJ) local por delitos cometidos por constructores, por lo que el caso puede alcanzar responsabilidades de funcionarios de Coyoacán durante las gestiones de Édgar Jiménez Santillán y Manuel Negrete, e incluso de Mauricio Toledo.
También incluyó a la actual administración de Giovani Gutiérrez, “por omisión”, al exponer que se afinan los detalles del término de edificación de una segunda torre en High Park, y que la propia alcaldía respondió por escrito a solicitudes de información que no cuenta con antecedentes de licencia de construcción.
La denuncia que, indicó, presentará en estos días, se sumará a la carpeta de investigación que inició la Fiscalía de Investigación en Delitos Ambientales y en Materia de Protección Urbana, que el 25 de mayo recibió la opinión técnica de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, en la que determinó “de riesgo alto” el estado de la torre A Olivo del complejo de 288 departamentos ubicado en la colonia Pedregal de Carrasco.
Por su parte, Diana Esther Monroy, esposa del fallecido especialista también en cirugía facial, exigió justicia y el deslinde de responsabilidades “hasta donde tope” de funcionarios y constructores, tras detallar que en el piso 24, donde falleció el médico, no había aspersores, tomas siamesas ni alarmas contra incendios.
“Esto pudo haber ocurrido en cualquier piso y dejado más muertes; (la torre) no tiene ninguna medida de seguridad, son departamentos supercalientes, no circula el aire, son como un horno en tiempo de calor, no hay ventilación, no hay medidas de seguridad, no hay extintores ni lo básico, no hay absolutamente nada; uno no lo percibe hasta que pasa una desgracia”, lamentó.
Señaló que en el acta de defunción de su esposo se determinó “asfixia química en su variedad de intoxicación por monóxido de carbono”. Mencionó que el médico adquirió el departamento en 2017 a un costo de 7 millones de pesos, pero la inmobiliaria Grupo Inmo Sur SA de CV incumplió con la entrega de la vivienda en más de dos ocasiones, hasta que lograron ocuparlo tres años después, en 2020.
Comentó que la tardanza en la entrega del departamento posiblemente muestra que “pasó por un montón de irregularidades, mordidas y actos de corrupción”, tras recordar que de acuerdo con sus vecinos, los bomberos pasaron por varias complicaciones para acceder al piso 24, mientras que en pocos 12 segundos “el piso se llenó de humo”.
Tras la conflagración, dijo que los residentes fueron desalojados de la torre Olivo, y que al parecer la aseguradora realiza algunos trabajos de rehabilitación, mientras los vecinos continúan pagando por el mantenimiento del complejo habitacional, que en su caso es de más de 3 mil 400 pesos.
Indicó que hace unos días la FGJ le otorgó la autorización para ingresar al departamento siniestrado y recuperar algunas de sus pertenencias.