Un total de 15 denuncias por extorsión o intentos de extorsión por presuntos integrantes de grupos delictivos como la Unión Tepito o el cártel Jalisco Nueva Generación en la Central de Abasto (Ceda) se interpusieron ante la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México en el primer semestre.
Pese a que la coordinadora general de la Ceda, Marcela Villegas, aseguró de manera tajante que “no existe el cobro de piso por ninguna banda delictiva o grupos del crimen organizado”, transportistas y comerciantes aseguraron que son víctimas de este delito.
Operadores de transporte público concesionado denunciaron en febrero que desde 2021 “varios sujetos, quienes dijeron ser del cártel de la Unión Tepito, nos comenzaron a exigir una cuota diaria de 30 pesos para darnos protección”.
De no cubrir dicha cantidad, expusieron, “nos iban a comenzar a golpear a todos los de la ruta y nos quemarían los camiones; primero fueron 25 pesos y luego los subieron a 30”, por lo que algunos han dejado de trabajar ante el temor de ser agredidos”.
Un mes después, otros operadores denunciaron ser víctimas de extorsión por gente presuntamente de ese grupo delictivo, y la FGJ recibió un escrito de denuncia de extorsión que se cometió en noviembre pasado.
En abril de este año, un comerciante denunció que recibió una llamada telefónica de un hombre que dijo pertenecer a la Unión Tepito y le exigió “alinearse con una cuota de 500 mil pesos”, por lo que por temor depositó en varias cuentas de Elektra 350 mil pesos.
Fueron cuatro denuncias de extorsión de enero a junio y 11 tentativas de extorsión por presuntos integrantes del CJNG o personas que no se identifican para “dejarlos trabajar y evitar agresiones que podrían llegar hasta la muerte”.
Algunos diableros aseguraron que “también nosotros tenemos que entrarle con una cuota de 30 pesos para trabajar sin problemas, pues se aprovechan de la gran cantidad de gente que viene a la Central –500 mil personas diarias– para sacarnos nuestro dinero”.
En el relanzamiento de la campaña Acción y Prevención contra la Extorsión en la Central de Abasto, Villegas Silva aseguró que el cobro de piso “no existe”, aunque sí la extorsión, sobre todo en la modalidad telefónica, pero “es de muy baja incidencia en las estadísticas” y se redujeron 61 por ciento los delitos de alto impacto.
La FGJ reconoció que no es tarea fácil investigar el delito de extorsión, pero cuando se concluyen las indagatorias, en muchos casos “no han sido grupos delictivos, sino gente cercana a la víctima, empleados o personas que lo hacen por rencillas personales”.
Por ello, exhortó a quienes han sido víctimas de este delito a denunciar para que sus casos no queden impunes.