Bogotá. Un cura que lo alentaba a mentir, un aliado que lo traicionó y un ex presidente que lloró con él cuando aparecieron los primeros indicios de que Odebrecht había financiado su campaña electoral, son apenas algunos de los picantes ingredientes del entramado de corrupción que hoy tiene a Óscar Iván Zuluaga a las puertas de la cárcel, nueve años después de haber intentado llegar a la presidencia de Colombia con la bendición de Álvaro Uribe.
Audios revelados por la fiscalía general en los que se escucha a Zuluaga admitir que a su campaña habían ingresado al menos un millón 600 mil dólares de la multinacional Odebrecht, además de numerosas grabaciones en las que el ex candidato reconoce haber hecho varias jugadas para impedir que las autoridades electorales lo investigaran, han dejado en evidencia un entramado de corrupción en el que se escuchan los nombres de tres ex presidentes (Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque) así como del actual registrador del Estado Civil, Alexander Vega, y de un hijo de Zuluaga, quien fungió como gerente de la campaña electoral.
El autor intelectual de este tsunami político es Daniel García, un opaco ex funcionario del gobierno de Uribe que trabajaba en la campaña electoral de Zuluaga y quien se había convertido en el principal candidato a pagar todos los platos rotos del escándalo.
Por instrucciones del candidato presidencial, fue él quien tramitó ante funcionarios de Odebrecht el pago de los jugosos aportes. Sin embargo, García fue alimentando sospechas sobre el papel que lo pondrían a jugar en caso de que se destapara el escándalo y grabó durante años sus conversaciones con Zuluaga.
La gota que rebosó la copa de sus temores llegó en 2022 cuando el Centro Democrático, el partido de Uribe, no sólo le impidió inscribirse como candidato al Senado, sino que lo expulsó. Fue entonces cuando decidió entregar su arsenal de grabaciones a la fiscalía.
Todos olfatearon que la olla podrida se iba a destapar
“No voy a eludir mi responsabilidad, ni me voy a esconder, ni voy a lavarme las manos con nadie, yo no actúo así, tenga claro eso”, le dijo Zuluaga a García cuando las aguas comenzaron a enturbiarse y ya todos olfateaban que la olla podrida estaba por destaparse. En un intento más sutil por atenuar las preocupaciones de quien había sido su mano derecha en la campaña electoral, el ex candidato le narró un encuentro que había sostenido con un sacerdote de nombre Arturo.
Un cura lo alentaba a mentir
“Él me iluminó, Daniel, me habló de la restricción mental, que es un principio moral. Me dijo que yo tenía el derecho a proteger a mi familia pues estamos rodeados de mucha maldad y no tenemos la obligación de inmolarnos”. Zuluaga insta a García visitar al cura y este acepta pero con una condición. “Voy a hablar con él sólo”.
Los audios en poder de la fiscalía no revelan si García se confesó ante el sacerdote, pero sí dejan ver que Zuluaga está bajo los efectos de la culpa por haber involucrado a su hijo en las transacciones con Odebrecht: “Para mi esto es un asunto de papá e hijo, mi familia no resiste más esta mierda (…) el desespero es muy grande, esto es un infierno”.
Ya entrado en el infierno, Zuluaga toma una decisión que termina poniendo en la escena del crímen al ex presidente Uribe, a quien visita cuando este se repone de una cirugía: “Fue un encuentro difícil. Fui con mi señora y el estaba con doña Lina, hablando ahí huevonadas, que el partido, que las listas (…) Me senté y le hice una descripción de todo lo de Odebrecht”, le dice Zuluaga a Uribe. Y agrega que si tiene que aceptar su culpa y “decir que hice cosas que no hice, lo voy a hacer para salvar a mi hijo”. El final de la escena no está exento de melodrama. “Fue muy difícil, yo lloré y al ex presidente se le escurrieron las lágrimas”.
Álvaro Uribe: “una tragedia”
Álvaro Uribe se pronunció este lunes y calificó de “tragedia” el episodio en el que está involucrado quien fuera su ministro de Hacienda entre 2007 y 2010. Y con la mirada fija en las elecciones de octubre próximo, se mostró como alguien que ha sido víctima de sucesivos ardides: “Elegimos a Santos y terminó con (las) FARC, sobornos y Odebrecht; congresistas con delitos de dineros entregados por el gobierno Duque. Todo un engaño a tantos que lo han hecho bien y creen en estas tesis. Invitaré a tomar decisiones para no afectar a quienes merecen la confianza popular”, expresó el ex presidente.
El escándalo “incidirá en las elecciones de octubre
Según el analista político Horacio Duque, este escándalo “incidirá sin duda en las elecciones de octubre, afectando principalmente a las fuerzas políticas que han tenido históricamente oscuros financiamientos, como el uribismo y el santismo, pero también a los partidos tradicionales liberal y conservador”.
En declaraciones a La Jornada, Duque agregó que otro factor con incidencia en los comicios regionales será la reciente divulgación de escalofriantes testimonios de ex militares que reconocieron su participación en el asesinato de centenares de civiles a los que luego hacían aparecer como guerrilleros abatidos en combate.
Estos delitos de lesa humanidad ocurrieron sobre todo en los dos mandatos del ex presidente Uribe, en los que –según atestiguaron los oficiales y suboficiales– sus superiores pedían “litros y ríos de sangre”.
“La exitosa semana de gobierno del presidente Gustavo Petro en La Guajira, que seguramente se repetirá en otros departamentos históricamente abandonados por el Estado, también se verá reflejada en los resultados electorales de octubre”, señaló el analista. A cargo de estos comicios, en los que se elegirán gobernadores y alcaldes, está la Registraduria Nacional, cuyo actual director, Alexánder Vega, aparece en los audios de Zuluaga.
Según el ex candidato, cuando Vega era presidente del Consejo Nacional Electoral, maniobró para archivar las pesquisas sobre aportes de Odebrecht a las campañas de Santos y Zuluaga. El hoy imputado ex candidato relata que estuvo con Vega y él le dijo: “hombre, mire, creo que esto aquí hay que sacarlo en tablas, porque si no, esto se forma una crisis para el país ni la berraca”.