Desde el segundo semestre del año, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) comenzará a medir la “salud financiera” de los hogares en México, a fin de conocer y entender qué tan grave puede ser el estrés que tienen las personas por las complicaciones para usar sus recursos.
“Estamos listos para el segundo semestre, vamos a realizar la Encuesta Nacional de Salud Pública con el Inegi. Vamos a tener los resultados en el primer trimestre de 2024, cuál es la salud financiera de los mexicanos”, explicó Óscar Rosado Jiménez, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Durante la inauguración del décimo encuentro de Educación Financiera, organizado por Citibanamex, declaró que esta nueva encuesta tiene como fin identificar las preocupaciones que atraviesa la población con respecto al uso de sus recursos.
Lo anterior, debido a que en países como Estados Unidos, Canadá o en Europa se habla que entre 45 y 50 por ciento de la población vive en una situación de estrés, y para la población mexicana las cifras pueden ser similares.
“El estrés financiero está dañando, pegando, a la vida cotidiana de las y los mexicanos. Es una epidemia silenciosa y sigilosa. El covid-19 está en fase de revisión, el estrés financiero creció y ahí sigue. El problema es que tenemos que ubicarlo y ponerle nombre”, manifestó el titular de la Condusef.
“Vamos a hacer una encuesta nacional de qué estamos hablando, geográficamente dónde está y poder establecer, no tan solo políticas públicas, sino también desde ya y rápido, yo invito a las instituciones financieras a que den este enfoque diferente a la educación financiera empaquetada en los productos tanto de la parte activa o pasiva”, indicó.
El estrés financiero provoca que una persona sea improductiva en sus deberes diarios y que incluso pueda tener problemas de salud.
“El estrés financiero daña la productividad de las empresas, pega por lo tanto en la rentabilidad y también genera una angustia que no se la deseo a nadie. Quienes lo han vivido o han tenido un pariente o amigo, podrán dar fe de esto”; apuntó Rosado Jiménez.