Cuando empezó a llover, el entrenador de la selección mexicana de beisbol, Enrique Che Reyes supo que su equipo era el campeón de los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023. Un título que este país nunca había logrado. Estaban mentalizados para jugar la final ante Cuba, equipo al que habían derrotado en su primer partido, pero la lluvia lo impidió; las reglas del torneo establecían que en estos casos la medalla de oro es para quien tenga la mejor marca y ese era México con 5-1, mientras el conjunto de la isla tenía 4-2. En el due-lo entre ambos en la ronda de apertura, el Tri fue vencedor.
“Algo bueno está pasando en el beisbol mexicano”, asegura Che Reyes al referirse al subcampeonato en el Clásico Mundial de marzo, el título Sub-23 y ahora el oro centroamericano en una región donde juegan las potencias de la pelota.
“Qué curioso, pero cuando fue lo del Clásico Mundial estaba fresco el tropiezo del futbol en Qatar. Ahora también hay desencanto en ese deporte por las derrotas y los cambios de técnicos. Eso debemos aprovecharlo; los dueños del balompié no quieren perder su negocio, pero hagamos del beisbol una mina de oro”, agrega el Che.
El entrenador confiesa con cierto pesar que no pudo disfrutar tan-to este triunfo ante las críticas de que ganaron el oro sin disputar la final por reglamento del certamen.
“Yo no hice las reglas, pero sabía que habíamos sido los mejores del torneo; decir que ganamos el oro sin jugar no es exacto. Lo tenemos porque fuimos los mejores del certamen, vencimos a todos excepto a República Dominicana; a nuestro rival de la final, Cuba, lo habíamos vencido en el primer partido del torneo.”
Apenas empieza a digerir que son los campeones de los Centroamericanos. No era posible, reconoce con algunos directivos, que siendo México un país tan beisbolero no se tuviera una medalla de oro. A diferencia de muchos deportes, precisa, en este torneo se concentran gran parte de las potencias, como República Dominicana, Cuba, Venezuela y Puerto Rico. Era un pendiente, lo pensaba y a veces lo inquietaba.
“Hay que darle un trofeo a los entrenadores, ganen o pierdan, porque de verdad que se sufre mucho con todo lo que está rondando en la cabeza, la responsabilidad, cuidar a los muchachos y al mismo tiempo representar a todo un país”, cuenta.
Reyes se quiebra al recordar lo que pasó por su cabeza al darse cuenta de que había conseguido el campeonato. Dice que fueron los recuerdos de toda una vida. Se vio a sí mismo como aquel niño que fue hijo de un estibador en el muelle del puerto de Veracruz, un hombre que amaba jugar a la pelota en los ratos libres. Evocó a su familia, donde era uno de los siete hijos y que vivieron en una pobreza fiera, pero en la que el beisbol les regalaba momentos de remanso.
“El beisbol lo llevo dentro de mí por mi padre, porque fuimos muy pobres, pero de veras muy pobres. Batallamos mucho en mi familia cuando éramos chiquillos, pero este juego me dio un trabajo, una familia, los estudios de mis hijos y la po-sibilidad de tener la responsabilidad de representar a mi país. ¡Hijo de su madre! De pronto pienso que esta medalla no es sólo mía... es de todos ustedes”, expresa con palabras que se le atragantan.
Ese sábado en que ganaron el oro lucía con buen tiempo. Había sol y el cielo despejado. Muy animado, el equipo salió a calentar al diamante en San Salvador y de pronto se nubló. Cuando empezó la lluvia y se hacía interminable la espera para salir a jugar contra Cuba, los muchachos empezaron a preocuparse.
“¿Qué va a pasar si no podemos jugar?”, comentó el pelotero Randy Romero; “todos nos mirábamos las caras y estábamos muy preocupados, sobre todo porque no sabíamos cómo se iba a resolver o si habría partido el domingo. Después nos dijeron que por reglamento no se podía posponer y estábamos con la angustia hasta que salió el Che y nos dijo muy serio: ‘Muchachos, somos campeones’”.
El Che sólo se quedó pensando en que lo había conseguido y ahora tienen un boleto para disputar los Juegos Panamericanos en octubre en Santiago de Chile.
“Ya tenemos esa medalla. Ahora hay que pensar en la siguiente y, sobre todo, que hay que aprovechar este gran momento que vive el beisbol”, advirtió Reyes.