Nueva York., Las garrapatas hambrientas tienen algunos trucos hábiles. Pueden volar por el aire utilizando electricidad estática para engancharse a personas, mascotas y otros animales, según una nueva investigación.
Los humanos y los animales recogen de forma natural cargas estáticas, cargas suficientes para impulsar a las garrapatas a su próxima comida de sangre, según un estudio publicado recientemente en la revista Current Biology.
Si bien la distancia es pequeña, “es el equivalente a nosotros saltando tres o cuatro tramos de escaleras de una sola vez”, explicó Sam England, ecologista ahora en el Museo de Historia Natural de Berlín y autor del estudio.
Las garrapatas son “depredadores de emboscada”, señaló Stephen Rich, entomólogo de salud pública de la Universidad de Massachusetts Amherst.
No pueden saltar o volar sobre sus anfitriones, agregó. En cambio, pasan el rato en una rama o una brizna de hierba con las patas extendidas, comportamiento conocido como “búsqueda”, y esperan a que pasen personas o animales para agarrarlos y morderlos.
Parecía que las garrapatas estaban limitadas por la distancia en que podían estirarse de puntas, detalló England. Pero ahora, los científicos están aprendiendo que las cargas estáticas pueden ayudar a que lleguen más lejos.
“Ahora pueden terminar aferrándose a huépedes que no tienen contacto directo con ellos”, precisó.
Propagadores de enfermedades
Los investigadores observaron una especie llamada garrapata de ricino, común en toda Europa. Este chupasangre y sus primos son los principales causantes de propagar enfermedades a animales y humanos, incluida la enfermedad de Lyme, y son más activos en los meses cálidos.
Descubrieron que cuando cargaban los electrodos y los colocaban cerca de las garrapatas jóvenes, las criaturas zumbaban por el aire para aterrizar sobre ellos.
Según el estudio, un nivel normal de estática, la carga que el pelaje, las plumas, las escamas o la ropa recogen con el movimiento, podría arrastrar a las criaturas a través de espacios de una fracción de pulgada (unos pocos milímetros o centímetros). Si bien esas distancias pueden parecer pequeñas para nosotros, pero para esa especie representan un gran salto, sostuvo England.
En el futuro, podrían desarrollarse formas de reducir esa estática, indicaron los expertos. Pero por ahora, Rich recomendó que las personas sigan usando las medidas clásicas de prevención, incluidos los repelentes, para mantenerse a salvo de las picaduras.