…Con algunos asegunes.

El Benemérito de Las Américas (1806-1872), fue un indio zapoteca que nunca habló a voz en cuello de su origen humilde, no recordamos que se quejara del racismo, el clasismo y la discriminación que sufrió cuando llegó, caminando, a la ciudad de Oaxaca procedente de San Pablo Guelatao… Tampoco recordamos a Juárez como un conservador disfrazado de ciudadano y con ello se convirtiera en hombre de paja o títere de quienes controlaban la economía, las finanzas y el poder político de la época para llevarlo a la presidencia de la república… Don Benito Juárez, ante la amenaza de Napoleón III de establecer un imperio en nuestro país, junto con el poder presidencial y a bordo de una vieja carroza, defendió a la Patria para que el pueblo, en su gran mayoría indígena, no perdiera la tierra en que nació…

Nadie imagina al más universal de los mexicanos, promoviendo o difundiendo fiestas y reuniones de la clase propietaria… Jamás reveló que su hijo José María, de 8 años de edad, murió en Nueva York de pulmonía debido a las condiciones precarias en que vivía su esposa Margarita Maza en esa ciudad durante la invasión francesa… Juárez, demostró con acciones y no pontificando el orgullo de su origen, su carta de presentación no era su indigenismo en todo tipo de reuniones… No platicaba los riesgos que corría cuando, como juez en Oaxaca-capital, defendía los derechos de los integrantes de los pueblos originarios que la élite clerical pisoteaba sistemática, motivo por el cual fue a la cárcel del pueblo de Loxicha en 1834…

Juárez se enfrentó a la tiranía de Antonio López de Santa Anna y por ello, en 1853, se convirtió en el primero y único presidente de México en ser encarcelado e incomunicado en San Juan de Ulúa para luego ser desterrado a Cuba… El Benemérito de Las Américas, en 1858, en el palacio de gobierno de Guadalajara, estuvo a punto de ser fusilado, pero ante la intervención de Guillermo Prieto, su ministro de Hacienda, gritando: “Alto, los valientes no asesinan”, abortó lo que hubiera sido un crimen proditorio…

Nuestro indígena zapoteco, no asumía poses fatuas, no era carnavalesco al enfrentar a los poderosos, indiscutiblemente que su ideología liberal la contrajo a partir del momento en que atestiguó el racismo y la discriminación que había en Oaxaca… Benito Juárez, no protegió a los poderosos de la época y, mucho menos, se manejó en este ambiente en el que se fraguaban los peores planes para México… Los biógrafos del indígena de Guelatao se encargaron de dar a conocer lo que hoy sabemos de El Benemérito de Las Américas… En esa época, el pueblo puso a cada quien en su lugar, por supuesto, muchos otros escogieron su sitio en la historia y ya han sido juzgados por la misma…

Doscientos años después, de pronto, aparecen indígenas ladinos en la búsqueda del poder por el poder mismo y ante esta coyuntura, los conservadores de siempre aprovechan las ambiciones personales para reciclar la historia de simulaciones y traiciones que se han registrado en México… Dos ejemplos: Un ladino, Tomás Mejía, cercano a Maximiliano, fusilado en el cerro de Las Campanas… Un traicionado, Vicente Guerrero… Entrados en el siglo XXI, todavía hay personajes como Xóchitl Gálvez, quien como muchos otros, están en el lado equivocado por apetitos de poder… Santa Anna, Porfirio Díaz, Victoriano Huerta, Diego Fernández de Cevallos y Salinas de Gortari, son parte de ello.

* pe riodista