El fraude en Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) “es el caso de corrupción más escandaloso y considero que es el único que hemos enfrentado durante nuestro gobierno”, declaró ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que no habrá impunidad y que no quiere que este expediente sea una mancha en el prestigio de su administración.
En su conferencia mañanera en Palacio Nacional, el mandatario expresó que le dolió mucho enterarse del desfalco en la paraestatal, su apuesta para garantizar el abasto nacional de alimentos y restablecer los precios de garantía para los productores, y dijo que se está investigando hasta las últimas consecuencias para dar el mensaje al resto de los servidores públicos de que en su gobierno no se tolera la corrupción y que “no va a haber ‘año de Hidalgo’”.
Al señalar que no desea dar argumentos para atacarlo a sus adversarios, quienes, dijo, “ya vuelan” con la información de la trama de corrupción, justificó al ex director de Segalmex, Ignacio Ovalle, en cuya gestión se ejecutaron las irregularidades.
“Quien es nombrado para ocuparse de este sistema, Ignacio Ovalle, se confía, comete el error de llamar a participar a gente con malos antecedentes, a corruptos, y lo engañan y empiezan a hacer compras con empresarios corruptos, pagando sobreprecios, pero también estos funcionarios, como era antes, empiezan a colocar dinero público en bonos, como casas de bolsa”, expuso.
Añadió que si bien al principio de su gestión anunció que no buscaría que se enjuiciara a los ex presidentes con los que, dijo, “se exoneraba de mi parte” a los ex mandatarios de cualquier hecho de corrupción, en su gobierno no hay cabida para este flagelo.
“Eso es lo que hemos venido haciendo y por eso este caso lo vamos a llevar hasta sus últimas consecuencias, porque el prestigio de este gobierno no se va a manchar”, afirmó.