El Gobierno de la Ciudad de México enviará una iniciativa de ley al Congreso capitalino para reformar el Código Penal local, a fin de perfeccionar los tipos penales que permitan combatir de manera más eficaz la tala clandestina en la zona boscosa.
El jefe de Gobierno, Martí Batres, admitió que se trata de una problemática compleja porque ocurre en la zona fronteriza del sur de la ciudad, adonde llegan talamontes de los estados de México y Morelos, pero la policía local no puede actuar más allá de los limítes de la capital del país.
De ahí, agregó, el interés de que participen la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional en las labores de vigilancia, en coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la Fiscalía General de Justicia locales, para resguardar esa franja entre las entidades.
Dijo que después de la protesta que realizaron comuneros de San Miguel Topilejo, alcaldía Tlalpan, en la carretera México-Cuernavaca el pasado 16 de junio, cuando la bloquearon por varias horas, se han efectuado sobrevuelos y operativos, pero se requiere tareas adicionales, por lo que se van a perfeccionar los tipos penales que permitan mejorar los instrumentos para sancionar la tala clandestina.
Comuneros de Topilejo que integran el movimiento en defensa del bosque informaron a su vez que se acordó con el gobierno de la ciudad realizar reuniones mensuales para evaluar el avance de las acciones en contra de la tala.
Operativo ha funcionado
Reconocieron que a partir de los operativos que inició la SSC junto con la Guardia Nacional y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente se ha inhibido el ilícito. “Ya es más constante su presencia, han estado entrando incluso en la noche y en la madrugada y hemos estado en coordinación con ellos”.
Informaron que en reunión que sostuvieron el pasado miércoles con Batres y autoridades federales, se acordó además que buscarán instalar también mesas de trabajo con los gobiernos de los estados de México y Morelos para proceder de manera coordinada en acciones en defensa del llamado bosque de agua, que comprende a ambas entidades y a la Ciudad de México.
Solicitaron al gobierno capitalino verificar el origen de la madera que ingresa a la ciudad, particularmente del estado de Morelos, ya que han detectado que el producto de árboles talados en el bosque de Topilejo es trasladado a esa entidad y ya transformada vuelve a entrar a la capital con documentación apócrifa para su distribución.
Los comuneros –quienes se identificaron pero pidieron la reserva de sus nombres– refrendaron el posicionamiento que emitieron el pasado miércoles junto con otros núcleos agrarios de Tlalpan contra la intervención de grupos externos a su movimiento que pretendan politizar o incorporar temas distintos a la defensa de bosque de Topilejo.