La salida de cuadro de Lilly Téllez imprimió un grado de deslegitimación al proceso interno de Va por México, añadió desventaja a Santiago Creel, pues él sería el beneficiario de las maniobras de “clientelismo corporativo o partidista” (las estructuras del PAN, en pacto con las del PRI), y colocó a Xóchitl Gálvez en ruta de perder el sello “ciudadano” con que Claudio X. y los empresarios y políticos asociados pretenden barnizar a la senadora panista.
La ex conductora de programas de Televisión Azteca soltó una serie de descalificaciones graves al ejercicio de selección de candidatura que impusieron PAN, PRI y PRD. Para desmontar el tinglado optimista que trataron de instalar los citados partidos, bastaría usar las frases críticas que videograbó ayer.
En una primera reacción tuitera, los principales involucrados ni siquiera atinaron a responder en defensa de sus procesos y pretensiones, allanándose a las palabras de Téllez y eludiendo el fondo del asunto, como si las palabras de Lilly sólo fueran un arranque de molestia sin mayores consecuencias. Marko Cortés, Santiago Creel y Xóchitl Gálvez difundieron frases de cajón, casi propias de una condolencia o un manual de superación personal, sin confrontar el posicionamiento duro de la declinante.
En el fondo, la renuncia de Téllez a participar en la “faramalla” (AMLO dixit) beneficia a Gálvez, al exhibir el riesgo de intereses no definidos y de intervención de “oligarcas” del pasado y “movilizadores” fraudulentos de ciudadanos como resortes utilizables para juntar firmas y promover a Santiago Creel.
Xóchitl, mientras tanto, continuaba recibiendo encendidos apoyos de parte de opinantes en medios convencionales de comunicación, con una sincronía en términos e ideas que parecería propia de una campaña concertada. Detrás de algunas de esas proclamas en favor de la “esperanzadora” Gálvez están los intereses de empresas, no sólo mediáticas, y grupos políticos desplazados en 2018.
El presidente López Obrador incluso mencionó durante su conferencia matutina de prensa que ya se están realizando tareas de recaudación de fondos para la campaña de quien postule Va por México. Y reiteró que dará a conocer el nombre ya determinado de quien resultará ganador del proceso opositor que aún ni siquiera inicia formalmente. Luego del festejo sabatino del quinto aniversario del triunfo electoral obradorista, en los primeros días de la semana próxima, dará el dato, aseguró.
Otro punto fuerte de deslegitimación de este proceso está relacionado con el arbitraje y su organización. No serán la “sociedad civil” ni los ciudadanos como tales los que decidirán, según lo que han planteado tanto la multicitada senadora sonorense como los convidados originales a formar una comisión electoral ciudadana (que fue disuelta antes de formalizarse, luego de que cinco de 11 de sus integrantes habían renunciado).
No puede ser buena noticia el retiro del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). Es consecuencia natural de las diversas maniobras realizadas desde la actual administración federal para bordear el tema de la desaparición de 43 estudiantes normalistas y no entrar al fondo del asunto, que implica a altos mandos militares, a una forma sistemática de acción de poderes castrenses en relación con el crimen organizado, y quedarse sólo con la pretensión de que los implicados habrían actuado casi a título personal, sin responsabilidades para la institución armada.
La salida del GIEI se da en el contexto de la sujeción a proceso penal de varios militares, cuyas órdenes de aprehensión habían sido significativamente retiradas por la FGR meses atrás, lo que causó la salida del fiscal especial que llevaba el caso y tenía la confianza de los familiares de los desaparecidos. Esa sujeción a proceso no implica necesariamente una voluntad real de impartir justicia. En ese contexto, ¿seguirá Alejandro Encinas como subsecretario de Gobernación? ¡Hasta mañana!
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