Washington y Nueva York. El ex presidente Donald Trump prometió que promoverá medidas antimigrantes para defender a su país de narcotraficantes –incluido un bloqueo naval de puertos mexicanos– y comunistas anticristianos en el primer día de regreso en la Casa Blanca.
Pero, a diferencia de su exitosa campaña de 2016, que se centró en inmigrantes mexicanos a quienes acusó de criminales, narcotraficantes y violadores, ahora el enfoque es sobre los migrantes como amenaza política. “Vamos a dejar fuera a comunistas que odian a los cristianos, marxistas y socialistas fuera de Estados Unidos”, subrayó.
En la conferencia de la Coalición de Fe & Libertad el pasado fin de semana, mensaje difundido ayer por su campaña, Trump anunció que utilizando una ley federal “ordenaré a mi gobierno negar el ingreso a todo comunista y marxista”, subrayó, en referencia a cláusulas que aún existen en la ley federal de migración. “Aquellos que vienen aquí para sumarse a nuestro país tienen que amar a nuestro país…. No los queremos cuando quieren destruir nuestro país”. No sólo eso, sino preguntó: “¿Y qué hacemos con los que ya están aquí?”
El mensaje de Trump siempre ha sido el de un retorno a un pasado aparentemente glorioso –Make America Great Again– y en esta ocasión está proponiendo reimponer prohibiciones migratorias que fueron aplicadas desde la Primera Guerra Mundial hasta poco después del fin de la guerra fría contra anarquistas, socialistas y comunistas y hasta los 90 la ley también se aplicaba contra inmigrantes gays.
El mensaje de Trump asegura que tanto la retórica antimigrante y ahora contra todo lo que parezca de “izquierda” será constante en el concurso electoral, y las medidas anunciadas esta semana también son parte de una competencia contra otros candidatos republicanos, sobre todo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, para ver quién es más antimigrante.
La campaña de Trump anunció que en su primer día como presidente –la llamada Agenda del Primer Día para Asegurar nuestra Frontera y Recuperar nuestra Soberania Nacional– implementaría una serie de medidas, incluyendo varias con un efecto directo contra México.
Éstas incluyen restituir Quédate en México, construir más muro fronterizo, implementar de nuevo el Título 42 y trasladar miles de militares actualmente desplegados en el extranjero a “nuestra propia frontera sur”.
Aparentemente respondiendo a una propuesta de su contrincante DeSantis, Trump sugiere “desplegar a la Marina de Estados Unidos para imponer un embargo naval pleno sobre los cárteles de droga”, algo que se interpreta como un bloqueo de algunos puertos mexicanos.
Para no ser relegado a un segundo lugar, el ex presidente se comprometió a “llevar a cabo la operación de deportación doméstica más grande de la historia estadunidense”. Esto también incluye la propuesta para remover a todo miembro o sospechoso de ser integrante de “pandillas, narcotraficantes y miembros de cárteles en Estados Unidos”.