La Paz. China y Rusia se adjudicaron reservas de litio de Bolivia, que están entre las más importantes de Sudamérica, y se comprometieron a acelerar la producción de carbonato de litio para introducir al país andino en el lucrativo mercado mundial de este estratégico recurso.
La china Citic Guoan y la rusa Uranium One Group, subsidiaria de la gigante Rosatom, firmaron este jueves un convenio con la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). Juntas invertirán mil 400 millones de dólares para la construcción de dos plantas para la producción y exportación de 50 mil toneladas anuales de litio a partir de 2025 en los salares de Pastos Grandes, al suroeste de Bolivia.
Pastos Grande es vecino del Salar de Uyuni, el mayor desierto salino del mundo situado a 380 kilómetros al sur de La Paz. En enero de este año el gobierno de Bolivia firmó otro convenio similar con la gigante china Contemporary Amperex Technology (CATL) que se adjudicó el Salar de Uyuni. La corporación china ya inició los trabajos para construir dos plantas de producción de carbonato de litio con una inversión también de mil 400 millones de dólares.
El litio es considerado un recurso estratégico para la transición a energías más limpias y renovables. El carbonato de litio es la materia principal de las baterías de automóviles eléctricos, celulares y otros dispositivos electrónicos de gran consumo en el mundo.
“Entre junio y enero hemos sumado 2 mil 800 millones de dólares para la industrialización del litio. El mundo avanza a pasos agigantados en la demanda de litio, Bolivia no se quiere quedar atrás”, dijo el presidente boliviano Luis Arce durante la firma de los convenios con los empresarios chinos y rusos en la casa de gobierno.
Arce busca reactivar la estratégica industria del litio tras 14 años de escasos avances que han rezagado a Bolivia frente a sus vecinos Chile y Argentina, que han ganado importantes espacios en el mercado internacional.
El ex presidente Evo Morales (2006-2019) proyectó fabricar baterías de litio y automóviles eléctricos en Bolivia, pero avanzó poco por falta de socios extranjeros. Arce retomó el proyecto y se propone hacer de Bolivia un importante proveedor mundial.