La pandemia de covid-19 impactó el sistema educativo mexicano y exacerbó inequidades previas, aseguró ayer el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Mathias Cormann, al señalar que la brecha entre estudiantes es de cuatro años de escolaridad.
En una reunión de trabajo con diputados y senadores, el directivo resaltó la importancia de la enseñanza para lograr el crecimiento económico e hizo una serie de recomendaciones para enfrentar el rezago en el sector, entre ellas, crear programas de tutores especiales para poner al día a los niños rezagados y que regresen a la educación formal quienes han desertado.
También planteó mejor capacitación para los profesores e invertir en mejoras de la estructura escolar, en particular la digital, y en educación temprana.
Cormann destacó que México tiene un significativo potencial de crecimiento económico que permitirá mejoras ulteriores en los estándares de vida del pueblo.
Mayor participación de la mujer
Al resaltar que existen diversas herramientas de política pública para que toda la población pueda beneficiarse del desarrollo económico, el directivo de la OCDE ubicó entre ellas la mayor participación de la mujer en el mercado laboral.
Si bien las estadísticas señalan que casi 50 por ciento de la población femenina está en la fuerza laboral de México, esa cifra está por debajo de otros países latinoamericanos, agregó. Cerrar la brecha de género en este ámbito puede impulsar el producto interno bruto, precisó Cormann. Agregó que hay que dar educación correcta a jóvenes y adultos para que sigan preparándose para las actividades que se generan con el nearshoring.
Legisladores de Morena plantearon las políticas públicas seguidas para lograr la estabilidad económica, avanzar en la igualdad sustantiva y evitar la violencia contra las mujeres, en tanto integrantes del PAN advirtieron que la estabilidad no se ha traducido en crecimiento ni en reducción de la pobreza.
El presidente de la mesa directiva del Senado, Alejandro Armenta, expuso que según datos de la OCDE, la tasa de participación laboral de las mexicanas es de 48 por ciento, con percepción económica 23 por ciento menor que la de los hombres.