Bogotá. El año pasado (cuando las grandes movilizaciones del paro nacional y las elecciones condujeron a que por primera vez los movimientos de izquierda llegaran a la presidencia de Colombia) fue el segundo más letal para los activistas sociales en las pasadas dos décadas, de acuerdo con el informe de junio de la organización Somos Defensores, que publica el sitio Verdad Abierta.
Paradójicamente, señala el reporte, en el año en que se ejerció la mayor expresión democrática fueron asesinados alrededor de 200 activistas, un incremento de 42 por ciento, comparado con los casos de 2021.
En la última fase del gobierno de Iván Duque (1º de enero a 6 de agosto) fueron ultimados 124 defensores de derechos humanos, 73 durante los primeros cinco meses de Gustavo Petro.
En respuesta a esta situación, el presidente anunció el plan de emergencia, que incluyó recomendaciones y análisis realizados por plataformas de derechos humanos y congresistas del Pacto Histórico.
Somos Defensores resalta que esa medida es un “gesto que expresa un giro sustancial para el abordaje de la problemática (en comparación con el gobierno anterior), una voluntad política tendiente a adoptar medidas de manera inmediata para buscar disminuir los índices de violencia, y una actitud receptiva y respetuosa con el trabajo de las organizaciones de derechos humanos”.