Kiev. Las autoridades ucranias detuvieron el miércoles a un hombre acusado de ayudar a Rusia a dirigir un ataque con misiles que mató a al menos 10 personas, incluyendo tres menores, en una popular pizzería de una ciudad del este del país.
Al menos 61 personas más resultaron heridas en el ataque del martes en la noche en Kramatorsk, explicó la Policía Nacional ucraniana. Fue el más reciente bombardeo ruso contra una ciudad ucraniana, una táctica a la que Moscú ha recurrido con frecuencia en los 16 meses que dura ya la guerra.
Este ataque —y otros en otros lugares de Ucrania el martes por la noche y la madrugada del miércoles— indicaron que el Kremlin no está disminuyendo sus bombardeos aéreos a pesar de la turbulencia política y militar causada por un efímero levantamiento armado en Rusia el fin de semana.
Al parecer, Ucrania no ha intentado aprovechar militarmente esa turbulencia, aunque el gobierno se ha mantenido callado sobre los recientes sucesos en el campo de batalla mientras busca avanzar en su reciente contraofensiva.
El Kremlin se recuperaba del motín del fin de semana liderado por Yevgeny Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, una empresa paramilitar conformada por reclutas de prisiones y otros mercenarios que ha jugado un papel clave para Rusia en Ucrania. La rebelión fue la amenaza más grave hasta ahora para el control del poder del presidente ruso, Vladímir Putin.
Prigozhin se exilió en la vecina Bielorrusia el martes, después de que Moscú dijera que no enfrentaría cargos por la revuelta. Aunque el presidente bielorruso Alexander Lukashenko —aliado del Kremlin— dijo el martes que Prigozhin estaba en el país, esta información no se ha podido confirmar de forma independiente.
Dos hermanas, ambas de 14 años, murieron a consecuencia del ataque a la pizzería, de acuerdo con el departamento municipal de educación. “Los misiles rusos pararon el latido de los corazones de dos ángeles”, indicó en una publicación en Telegram.
El otro menor tenía 17 años, dijo el fiscal general de la región, Andrii Kostin.
El ataque también causó daños en 18 edificios de varias plantas, 65 viviendas, cinco escuelas, dos jardines de infantes, un edificio administrativo y otro recreativo, indicó el gobernador de la provincia, Pavlo Kyrylenko.
Los rescatistas seguían buscando cadáveres y sobrevivientes entre los escombros.
En un primer momento, las autoridades atribuyeron el ataque contra Kramatorsk a un S-300, un misil tierra-aire que las fuerzas rusas emplean para ataques selectivos sobre ciudades, pero la Policía Nacional explicó más tarde que se habían utilizado misiles balístico de corto alcance Iskander.
Kramatorsk es una ciudad próxima a la línea del frente que alberga el cuartel general de las fuerzas ucranianas regionales. Además de la población local, el restaurante solía estar frecuentado por reporteros, trabajadores humanitarios y soldados.
El Servicio de Seguridad de Ucrania reportó la detención de un hombre del que sospecha que dirigió el ataque contra el restaurante, que trabaja en una empresa local de transporte de gas.
El sospechoso grabó el establecimiento para los rusos y les habló de su popularidad, indicó el Servicio de Seguridad en una publicación en Telegram, que no aportó más pruebas para respaldar la denuncia.
Desde el inicio de la guerra, Rusia ha insistido en que no ataca objetivos civiles, aunque sus ofensivas aéreas han cobrado la vida de muchos civiles.
Kramatorsk está en Donetsk, una de las cuatro provincias ucranianas que Rusia se anexionó de forma ilegal en septiembre, pero que no controla por completo. Rusia ocupa también Crimea desde 2014.
Las zonas en manos ucranianas en las regiones ocupadas parcialmente por Moscú se han visto especialmente afectadas por los bombardeos rusos y son un obstáculo clave para resolver la guerra.
El Kremlin exige que Kiev reconozca las anexiones, pero Ucrania ha descartado cualquier diálogo con Rusia hasta que sus tropas se retiren de todos los territorios ocupados. Además, las fuerzas ucranianas lanzaron recientemente su esperada contraofensiva para tratar de recuperar los territorios.
Rusia, por su parte, ha reforzado su campaña de ataques aéreos sobre Ucrania mientras los combates continúan en la línea del frente.
Las fuerzas rusas bombardearon otros 16 asentamientos en el sur de la región de Zaporiyia, según reportó la presidencia ucraniana. Un civil de 77 años falleció en la localidad de Orikhiv, en el frente, y los bombardeos rusos dejaron tres heridos en una localidad próxima recuperada recientemente por Kiev, añadió.
Por otra parte, el cardenal italiano Matteo Zuppi, enviado de paz del papa Francisco, se reunirá el miércoles en Moscú con Yury Ushakov, asesor del presidente Putin. Dmitry Peskov, vocero del Kremlin informó que las discusiones podrían incluir “posibles formas de acuerdos diplomáticos”.