La economía mexicana continuó con su buena racha al arranque del segundo trimestre de 2023. Apoyada por el comercio y los servicios, la actividad económica del país reportó un crecimiento mensual de 0.8 por ciento real en abril y un alza anual de 3.3 por ciento, reveló el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), una medición del PIB mensual.
El IGAE aumentó en el cuarto mes del año, el doble de lo que esperaban los analistas económicos, y borró la caída de 0.2 por ciento mensual de marzo. Asimismo, el indicador global anotó un nuevo máximo histórico y presentó una expansión de 1.4 por ciento respecto al nivel prepandemia. De enero a abril, la economía mexicana acumuló una expansión de 3.4 por ciento.
Además, el IGAE estuvo por encima de 0.6 por ciento esperado por el Indicador Oportuno de la Actividad Económica y registró su mayor alza desde marzo del año pasado. A tasa anual, mostró un incremento por encima de 2.7 por ciento de marzo.
Analistas de Citibanamex esperaban un crecimiento del PIB mensual de 0.4 por ciento, luego de la caída registrada en marzo, a partir de incrementos en la producción industrial (0.4 por ciento, ya publicado) y en el sector de servicios.
De acuerdo con el reporte del IGAE, que calcula el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las actividades primarias (agricultura y ganadería) aumentaron 1.2 por ciento; las terciarias (servicios y comercio), 1.0 por ciento y las secundarias (industria), 0.4 por ciento.
A tasa anual y con series desestacionalizadas, para hacer más comparables los periodos, el IGAE incrementó 3.3 por ciento en términos reales. Por grandes grupos de actividades, las terciarias ascendieron 4.1 por ciento; las primarias, 3 por ciento y las secundarias, 1.6 por ciento.
Juan Alderete, director ejecutivo de análisis económico y estrategia financiera de mercados de Banorte, explicó que el comportamiento del IGAE reflejó la fortaleza de los fundamentales del consumo (remesas y empleo); así como la resiliencia de algunos subsectores que siguen impulsando a la industria (manufacturas). Otros motores se mantienen –que en meses anteriores han sumado al dinamismo– como lo son el nearshoring y la moderación de las presiones inflacionarias, tanto para los productores como para consumidores finales.
Expectativas al alza
“Sorpresa positiva (dato del IGAE). Esperábamos 0.4 por ciento mensual. Fue el doble. Seguramente tendremos que ajustar nuestro pronóstico de crecimiento económicos de 2.7 anual al alza, que ya era el más alto del mercado”, afirmó Marco Oviedo, estratega para América Latina en el banco de inversión XP, el mayor de Brasil.
La actividad ha exhibido resiliencia en el primer cuatrimestre del año. Sin embargo, se moderará en el segundo semestre, ante los efectos del endurecimiento monetario y de un menor crecimiento externo. El consumo seguiría soportado en el corto plazo por el bajo desempleo, pero el mercado laboral podría perder fuerza conforme se enfríe la actividad económica. Por otro lado, niveles de inflación todavía algo elevados erosionarán el poder adquisitivo de los hogares, quienes además seguirán enfrentando el encarecimiento del costo del crédito, consideró Alejandro Saldaña, subdirector de análisis económico de Ve por Más.
La economía mexicana creció uno por ciento en el primer trimestre respecto al periodo previo, tasa que algunos analistas económicos esperaban para todo 2023; mientras en su comparación anual creció 3.7 por ciento en contraste al primer trimestre de 2022, según datos del Inegi.