Tegucigalpa. El gobierno de Honduras anunció ayer toques de queda en las norteñas ciudades de Choloma y San Pedro Sula, después de que 21 personas murieron baleadas antenoche, en ataques separados, en medio de una escalada de violencia en el país.
Hombres fuertemente armados dispararon antenoche contra personas que se encontraba en un billar en Choloma, y mataron a 13, dijo a Reuters el vocero policial Edgardo Barahona.
En el llamado Valle de Sula otras ocho personas perecieron antier en episodios en distintas ciudades, entre ellas San Pedro Sula, indicó una fuente anónima que más tarde afirmó que aunque los primeros reportes informaron de 11 fallecidos, el total fue de ocho.
La presidenta Xiomara Castro anunció en Twitter el toque de que-da por 15 días prorrogables en Choloma a partir de ayer, entre las 21 horas y las 4 de la madrugada. La medida también regirá a partir del 4 dejulio en San Pedro Sula. Agregó que habrá “mútliples operativos, allanamientos, capturas y retenes” para combatir la violencia en la zona.
El ministro de Seguridad, general Gustavo Sánchez, quien asumió el cargo esta semana, anunció que “en los próximos días se remitirá una propuesta al soberano Congreso Nacional para tipificar de terroristas a los miembros de una estructura criminal, maras o pandillas”.
Agregó que se enviaron mil policías y militares adicionales al Valle de Sula, donde se ubican Choloma y San Pedro Sula.
El gobierno ofreció recompensa de 800 mil lempiras (unos 32 mil 400 dólares) a quienes ayuden a la identificación y captura de los responsables de la matanza en Choloma, indicó la mandataria.
Agregó: “he tomado medidas para darles seguridad ante el brutal y despiadado ataque a que están sometidos por los matones a sueldo entrenados y dirigidos por los cabecillas del narcotráfico que opera impunemente en el corredor de la droga, Valle de Sula”.
Los crímenes en Choloma y otras ciudades coinciden con un estado de excepción parcial impuesto desde diciembre para enfrentar a pandillas y al crimen organizado.
Por otra parte, el papa Francisco expresó ayer tristeza por las víctimas de un enfrentamiento, esta semana, en una cárcel de mujeres de Honduras, en el que murieron casi 46 reclusas.