Guatemala. El lento avance en el conteo de votos en Guatemala mantenía anoche la incertidumbre sobre los candidatos que obtuvieron más votos en las elecciones presidenciales. Con 33.59 por ciento de las actas procesadas, ninguno de los aspirantes a presidente tenía la ventaja suficiente para ganar en primera vuelta ni para saber quiénes pasarían a la segunda ronda. Además, la opción que más sufragios cosechaba era la de votos nulos.
Sandra Torres, de UNE, se imponía con 257 mil 565 votos, que representan 19.8 por ciento, seguida por Bernardo Arévalo de Semilla, con 211 mil 959 sufragios y 16.3 puntos porcentuales, y el oficialista Manuel Condeo, de Vamos, con 144 mil 559 votos, para reunir 11.1 por ciento, según cifras del Tribunal Supremo Electoral. De confirmarse estas tendencias, al no conseguir ningún candidato 50 por ciento más uno de los votos, se efectuará una segunda vuelta el 20 de agosto.
Al cierre de esta edición había 299 mil 032 votos nulos, con un gran número de papeletas con palabras escritas como “corruptos”, “ladrones”, “pendejos”, o el nombre de Carlos Pineda, postulado por Prosperidad Ciudadana y cuya candidatura fue invalidada por la autoridad electoral, informó La Prensa.
Los guatemaltecos estaban convocados a votar por presidente y vicepresidente para los próximos cuatro años. Quedaron excluidos varios aspirantes opositores y hubo acusaciones de que protegían candidaturas que auguran la continuidad del sistema. Poco más de nueve millones de votantes, la mayoría mujeres, estaban llamados a las urnas para elegir también a 160 diputados al Congreso, 340 alcaldes municipales y 20 diputados al Parlamento centroamericano.
La jornada no estuvo exenta de incidentes y la fiscalía reportó a media tarde de al menos 96 denuncias y 15 detenidos. Los medios guatemaltecos informaron de enfrentamientos por acusaciones de acarreo, personas sancionadas por tomar fotos de sus votos e inclusive la quema de algunas papeletas de votación.
En los comicios participan casi 40 mil candidatos que pujan por puestos en los 22 departamentos de Guatemala, un país que no será fácil de gobernar y que es agobiado por la corrupción, narcotráfico, migración, inseguridad y donde la situación se ha agravado los últimos años debido a un deterioro de la democracia y el estado de derecho, según los expertos.