Angélica Sánchez Hernández, jueza de Veracruz acusada por la fiscalía estatal de tráfico de influencias y delito contra la fe pública, fue víctima de tortura física y sicológica y otras violaciones a sus derechos durante dos sucesivas detenciones en la Ciudad de México, sostuvo la magistrada Taissia Cruz Parcero, directora del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP).
La magistrada informó que se reunió con la jueza después de la primera detención, el 5 de junio, y que Sánchez Hernández le narró los atropellos que sufrió entonces.
La reunión entre ambas fue el jueves 15 de junio. “Nos hizo una narración tan sentida, tan dolorosa, sobre las cinco horas en las que estuvo en el cuartel de policía, es decir, violando todos sus derechos constitucionales. La retuvieron con la cabeza tapada, amarrada, con insultos, con cualquier tipo de vejación”, señaló Cruz Parcero.
“Me dijo que se sentía tranquila en la Ciudad de México y que traía su suspensión. Cuál fue nuestra sorpresa a las 7:20 de la mañana del día siguiente, cuando nos llamó su hija para decirnos que estaban deteniendo a su mamá”.
La jueza fue aprehendida por segunda ocasión horas después de que estuvo en el Senado y buscó audiencia con la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña.
“Estuvo incomunicada. Abogados del instituto acudieron para acompañarla. Llegaron a la fiscalía antisecuestros. No nos dejaron hablar con ella.”
Mensaje “muy grave” del gobernador
Cruz Parcero consideró lo ocurrido un mensaje “muy grave” del gobernador Cuitláhuac García, pues si no se limita ante una jueza que hace su trabajo, “¿qué le queda al resto de la población? Hay que leer la sentencia de amparo en donde se dan todos los defectos que tenía la imputación de la fiscalía de Veracruz; presentó datos de prueba defectuosos, mal integrados e insuficientes”.
Aseveró que la detención es una represalia por liberar a Itiel Palacios García, alias El Compa Playa, considerado un generador de violencia, a pesar de que la misma jueza lo vinculó a proceso, pero ordenó liberarlo porque el acusado obtuvo un amparo de un juez, ratificado por el segundo tribunal colegiado en materia penal de Veracruz.