Ciudad de México. Al menos 20 familias que habitan en el borde de la barranca Atzoyapan, en la parte baja de la calle Prolongación Lázaro Cárdenas, en el pueblo de San Mateo Tlaltenango, alcaldía Cuajimalpa, se encuentran en alto riesgo de que colapsen sus viviendas, por el deslave de la ladera que ha dejado un talud de 40 metros de profundidad.
Los vecinos afectados explicaron que una obra inconclusa del Sistema de Agua de la Ciudad de México (Sacmex) realizada hace más dos décadas para la descarga de aguas negras del poblado fue socavando el terreno hasta llegar a una franja de cerca de 40 metros, con lo que prácticamente ha dejado sus casas a un metro del precipicio.
En el lugar, los pobladores colocaron una barrera metálica con lámina galvanizada, que también se ha ido desplomando, por lo que pusieron una malla ciclónica para evitar que los transeúntes, sobre todo los niños que pasan por ahí para ir a la escuela, resbalen hacia la barranca.
Con documentos dieron cuenta que desde septiembre de 2011, cuando ocurrió el primer desgajamiento de la barranca que se llevó árboles y ocasionó el derrumbe de 200 metros cúbicos de tierra, comenzaron a realizar las gestiones para que se concluyera la obra hidráulica y se estabilizara el talud, sin éxito.
El último oficio, fechado el 6 de junio, lo dirigieron a la jefatura de Gobierno luego de que desde marzo de este año la Dirección de Drenaje del Sacmex se había comprometido a actualizar el proyecto ejecutivo, que ya estaba contemplado dentro del programa operativo anual, para posteriormente realizar la obra.
En el escrito, firmado por Alejandro García Carrasco, autoridad tradicional de San Mateo Tlaltenango, se anexó el dictamen de Protección Civil de la alcaldía Cuajimalpa, en el que se advierte sobreel alto riesgo y se recomienda que a la brevedad se realice un proyecto estructural con zampeado para mitigar el peligro en que se encuentran los habitantes y transeúntes de la zona.
Arturo Rodríguez Arellano, quien vive en el punto de mayor riesgo, señaló que durante las primeras lluvias de este año continuó el deslave de la barranca, por lo que teme que en cualquier momento se desgaje lo que queda de tierra.
“Cuando llueve, la corriente de agua es muy fuerte y el tubo del drenaje queda a flor de tierra, por lo que cada año la barranca se deslava; ya se derrumbó un poste de teléfono y el pozo de visita, y lo que queda de la carpeta asfáltica ya no tiene soporte”.
Dijo que es urgente que se realice la obra hidráulica para evitar tanto pérdidas humanas como el patrimonio de las familias.