Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció hoy que “Rusia está librando la batalla más dura por su futuro, toda la maquinaria militar e informativa occidental está dirigida contra nosotros”, horas después de que el dueño del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, lanzó ayer su desafío más directo al Kremlin, al llamar a una rebelión armada para derrocar al ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu.
Putin calificó el ingreso del grupo Wagner en la ciudad rusa de Rostov, sede del mando sur de su ejército, de un acto de rebeldía y una “puñalada por la espalda” a las tropas y al pueblo de Rusia.
En su primera comparecencia tras el comienzo de los incidentes este viernes, Putin no identificó por su nombre a Prigozhin y se dirigió a las fuerzas de Wagner, al pedirles: “a quienes han sido empujados a la provocación de esta rebelión militar” que depongan las armas de esta “puñalada” para las tropas y para el pueblo rusos.
"Cualquier agitación interna es una amenaza mortal para nuestro estado como nación; representa un golpe para Rusia, para nuestro pueblo y para las acciones que estamos emprendiendo para proteger a nuestra patria”, aseveró en un mensaje a su nación, que al cierre de esta edición continuaba.
Difícil situación en Rostov
“Nuestras acciones para defender a la patria de esta amenaza serán durísimas, y sus responsables serán llevados ante la justicia”, indicó el presidente ruso, quien no obstante confirmó que la situación en Rostov es “difícil” y que sus fuerzas intentan estabilizar la situación.
Horas antes, los servicios de seguridad rusos reaccionaron inmediatamente a la rebelión de Prigozhin y ordenaron su arresto.
“Esto no es un golpe militar, sino una marcha de la justicia”, declaró en su proclama Prigozhin, quie recibió el respaldo del empresario opositor Mijail Jodorkovski quen hoy instó a los rusos a ayudar al líder del grupo mercenario en su rebelión contra el mando militar de Moscú.
El dueño del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, aseguró hoy (tiempo de Rusia) que sus fuerzas tomaron el cuartel general del ejército ruso en Rostov, centro clave del asalto contra Ucrania, y que controla los sitios militares locales, al llamar a una rebelión armada para derrocar al ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu.
Prigozhin publicó más tarde en Telegram: “Estamos en el CG, son las 7:30 de la mañana (del sábado)”, acompañado de un video. “Los sitios militares de Rostov están bajo control, incluido el aeródromo”, agregó mientras a su espalda marchaban hombres en uniforme. No hubo confirmación de medios independientes.
El líder de los mercenarios aseguró la víspera: “Esto no es un golpe militar, sino una marcha de la justicia”, y sobre ese comentario recibió el respaldo del empresario opositor Mijail Jodorkovski, quien instó a los rusos a ayudar al líder del Grupo Wagner en su rebelión contra el mando militar de Moscú.
“Necesitamos ayudar ahora y luego, de ser necesario, lucharemos también”, expresó en redes sociales Jodorkovski, ex magnate petrolero distanciado del Kremlin. Afirmó que es importante apoyar “incluso al diablo” si decide enfrentar al Kremlin.
El Comité Nacional Antiterrorismo, que forma parte del Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso), indicó que acusó a Prigozhin de hacer llamados a una rebelión armada, un cargo que conlleva una pena de 20 años en prisión.
El FSB pidió a los soldados del grupo Wagner que arresten a Prigozhin y negarse a seguir sus ”órdenes criminales y traicioneras”. El Kremlin se tomó la amenaza, reforzó la seguridad en Moscú, Lipetsk y Rostov del Don, donde se encuentran los cuarteles para la región sur de Rusia, que también se encargan de los combates en Ucrania.
Aunque el desenlace del enfrentamiento aún no está claro, es probable que dificulte todavía más el esfuerzo bélico de Moscú, mientras las tropas de Kiev someten a prueba a las defensas rusas en las primeras etapas de su contraofensiva.
Prigozhin afirmó ayer que sus soldados ingresaron a Rusia desde Ucrania y que llegaron a Rostov, al señalar que no enfrentaron resistencia por parte de los jóvenes reclutas en los puestos de control; no había una confirmación de ello en las redes sociales rusas.
En mensajes en video y de audio ayer, añadió que sus fuerzas “no están luchando contra niños... pero destruiremos a cualquiera que se interponga en nuestro camino”.
El líder mercenario afirmó que el jefe del Estado Mayor, el general Valery Gerasimov, envió aviones de guerra para atacar los convoyes de Wagner, que circulaban junto a vehículos ordinarios. Prigozhin también aseguró que sus fuerzas derribaron un helicóptero militar ruso que disparó contra un convoy civil, pero no había confirmación.
Videos difundidos ayer mostraban camiones oficiales bloqueando el paso en las carreteras hacia la ciudad, y convoyes de vehículos pesados de la Guardia Nacional en una carretera a las afueras de Rostov, así como vehículos blindados patrullando las calles.
El gobernador de la región rusa de Rostov, Vasily Golubev, llamó a la población a permanecer en casa debido a la rebelión. El alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, anunció hoy que fueron adoptadas en la capital “medidas antiterroristas” .
Prigozhin acusó que los campamentos de Wagner en Ucrania fueron atacados por cohetes, helicópteros de combate y fuego de artillería por orden de Gerasimov tras una reunión con el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, en la que decidieron acabar con Wagner.
Las tropas de mercenarios han desempeñado un papel crucial en la guerra en Ucrania, como en la captura de la ciudad de Bakhmut, donde se libraron las batallas más sangrientas y largas. Prigozhin ha criticado en varias ocasiones a la cúpula militar rusa, acusándola de ser incompetente y privar a sus tropas de armas y municiones.
Prigozhin, que dijo que tenía 25 mil soldados bajo su mando, afirmó que sus tropas se movilizarían para castigar a Shoigu en una rebelión armada, e instó al ejército a no ofrecer resistencia.
Este sábado temprano (hora local) se vieron camiones militares pesados y vehículos blindados en varias zonas del centro de Moscú, así como soldados con fusiles de asalto fueron desplegados frente al edificio principal del Ministerio de Defensa. Los alrededores de la sede de la presidencia, cerca de la Plaza Roja, estaban bloqueados, lo que obstruyó el tránsito vehicular.
Prigozhin, cuya enemistad con el Ministerio de Defensa se remonta a años atrás, se negó a cumplir con un requerimiento de que todos los contratistas militares deben firmar los contratos con el ministerio antes del 1º de julio. En un comunicado emitido anoche, Prigozhin dijo que estaba dispuesto a llegar a un acuerdo con la Defensa.
“Hoy (ayer) perpetraron un ataque con cohetes contra nuestros campamentos en la retaguardia, y han matado a una gran cantidad de nuestros camaradas”, aseveró el líder mercenario. Por su parte, el Ministerio de Defensa negó que haya atacado los campamentos.
Biden, atento
La Casa Blanca informó que está “supervisando la situación” sobre Rusia tras las amenazas de Prigozhin contra el liderazgo militar de Rusia. El presidente Joe Biden también fue informado sobre el desarrollo de la situación en Rusia, indicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adam Hodge, señaló CNN.
“Sabemos de la situación y consultaremos con aliados y socios sobre estos desarrollos”, sostuvo Hodge en un comunicado.