La primera medalla de la delegación mexicana en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que ayer quedaron oficialmente inaugurados en El Salvador, llegó por conducto de las raquetas de la selección femenil de tenis de mesa.
Arantxa Cossío, Clio Bárcenas, Yadira Silva y Mónica Serrano fueron las encargadas de iniciar la ruta hacia el éxito y de motivar al resto del contingente.
Las tricolores obtuvieron el bronce, pero se quedaron cerca de disputar el partido por el título; Cuba hizo su parte para eliminarlas en semifinales.
En el Complejo Deportivo El Polvorín, en San Salvador, las mexicanas perdieron 3-2 ante las antillanas en un juego muy cerrado.
“Es un país muy fuerte en esta disciplina y en estos Juegos, pero había posibilidades de obtener medalla, estamos contentas de ganar la primera para México, veníamos con la mentalidad de obtener un buen resultado”, comentó Bárcenas en entrevista a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).
En su camino para subirse al podio doblegaron a Costa Rica, El Salvador y Colombia en la eta-pa de dieciseisavos, octavos y cuartos de final, respectivamente.
Con la inercia que le dio haber alcanzado los puestos de honor, el objetivo de Clio ahora está en enfocarse en la prueba individual y en lograr otro metal.
“Me siento contenta y orgullosa de representar a mi país; para mí aún queda la prueba individual y sé que me va a ir bien, seguimos seguras y la mente en alto”, compartió.
El equipo cubano, en tanto, consiguió la primera medalla de oro del certamen regional al imponerse 3-1 a Puerto Rico en la final.
El boxeo, por su parte, aseguró otro podio al país.
Uno de los deportes que más éxitos ha dado a México comenzó su cosecha en apenas su segundo día de actividades.
Dulce Gómez, en la categoría de los 57 kilogramos, accedió a semifinales y garantizó la segunda presea para la delegación tricolor, tras derrotar por decisión unánime (5-0) a Gabriela Carcamo, de El Salvador.
Un día antes, la pugilista impuso condiciones y también se llevó la victoria por amplia diferencia contra la trinitaria Tianna Guy (4-1)
Marco Verde, en los 71 kilos, venció a Tyreec Taitt, de Barbados, en la ronda de dieciseisavos.
En voleibol de playa, las duplas mexicanas avanzaron a la instancia de cuartos de final.
Atenas Gutiérrez y Abril Flores fueron las primeras en pisar el escenario. Exhibieron su gran capacidad con el balón y con un contundente 21-15 y 21-9 dejaron tendida a la pareja de Trinidad y Tobago, conformada por Apphia Glasgow y La Teisha Joseph.
Más tarde, Juan Virgen y Miguel Sarabia no se quedaron atrás y también demostraron su calidad en la arena, al superar con autoridad (21-15 y 21-9) a Ryck Webb y Mark Blake, de Jamaica.
Este sábado en la rama femenil, las rivales serán las salvadoreñas Laura Molina y Nadia Soler; en la varonil, los costarricenses Daniel Dyner y Jhostin Varela.
Con un guiño al futuro de la inteligencia artificial y a los valores de la cultura salvadoreña como un pueblo que “no se rinde”, la modesta ceremonia inaugural de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe dio inicio con retraso de media hora tras una jornada de lluvias torrenciales que complicaron aún más los apresurados preparativos.
El desfile
La bandera de México –primer organizador de la justa regional en 1923– abrió el desfile de los estandartes, portado por la gimnasta Alexa Moreno y el pesista Jorge Cárdenas en el renovado estadio Jorge Mágico González de San Salvador.
Se fueron sumando los contingentes, entre ellos el de Atletas Centro Caribe, integrado en su totalidad por los deportistas de Guatemala que no pueden competir bajo su bandera ni escuchar su himno, luego de que el Comité Olímpico Internacional suspendió a su Comité Nacional por un conflicto de dirigencia en el que intervino el gobierno.
El Salvador realiza los Juegos Centroamericanos por tercera ocasión, después de 1935 y 2002. El país dispuso de apenas 18 meses para la organización. Panamá era la sede original de la justa regional que debió realizarse en 2022, pero en plena pandemia renunció y quedó en manos de la capital salvadoreña.
“Raspados, pero llegamos. Fue un reto, pero podemos decir que lo logramos”, dijo en su discurso el presidente salvadoreño, Nayib Bukele.