Chilpancingo, Gro., En medio de disputas entre grupos del crimen organizado, redes sociales, grupos políticos y caciquiles, el Congreso local aprobó la creación de la octava región económica de Guerrero, la Sierra, propuesta por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
La zona comprenderá 818 comunidades de 14 municipios que originalmente pertenecían a la Costa Grande, Tierra Caliente y Centro, donde viven 200 mil personas, un tercio de la población de la entidad.
Tan pronto se conoció el acuerdo, los sectores que impulsaron su creación por 30 años mostraron sus diferencias.
El jueves pasado la mandataria y el ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Javier Saldaña, encabezaron en el poblado Santa Bárbara, municipio de Chilpancingo, el arranque de los foros de consulta ciudadana y anuncios de obras para la nueva región.
Salgado anunció allí que comprometió al presidente Andrés Manuel López Obrador a que en su próxima gira de trabajo visite la Sierra y Tierra Caliente, mientras Saldaña recordó que hace 16 años acudió a Filo de Caballos a una reunión “donde estaban Rigoberto Acosta y Severo Oyorzábal (promotores de la octava región) y hubo pura discusión; hoy es diferente”.
Un día antes, en conferencia de prensa se leyó un comunicado conjunto del Observatorio para el Desarrollo y la Paz de la Sierra de Guerrero, de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas, así como de la Alianza de Organizaciones Económicas y Sociales en el que pidieron a Salgado que la Secretaría de Gobierno coordinara los trabajos para crear la octava región.
Se argumentó que la Sierra ha sido ignorada y abandonada por los gobiernos y hay pueblos donde “los servicios educativos y de salud son deficientes o no se ofrecen; no se promueve la generación de empleos, no hay planes de desarrollo regional ni seguridad pública y no se garantizan los derechos humanos”.
En cambio, “el crimen organizado ha promovido por décadas la economía local, centrada en el cultivo de la amapola, la única generadora de ingresos, y ha utilizado la mano de obra campesina por las buenas o por las malas.
“La guerra entre los grupos delictivos por el control de la Sierra ha dejado un éxodo de familias por desplazamiento forzado y pueblos fantasmas, desapariciones, ejecuciones clandestinas, viudas, huérfanos, albergues que luego desaparecen por desatención del Estado, y daño sicológico; en conclusión, se vive bajo constantes violaciones a los derechos humanos.”
En el boletín se celebró el decreto de la octava región, “que da fe y esperanza al proceso de reorganización a pueblos articulados en los Consejos Comunitarios por el Desarrollo y de Paz, con sedes en Linda Vista, municipio de San Miguel Totolapan; El Aguacate y Puerto las Ollas, de Coyuca de Catalán; Vallecitos de Zaragoza, en Zihuatanejo; Los Pocitos del Balcón, en Ajuchitlán del Progreso, y El Paraíso”, en Atoyac de Álvarez”.
Activistas denunciaron que “ya hay actores políticos que se quieren colgar medallas, por eso pedimos que el gobierno estatal convoque a foros, con ciudadanos que realmente vivan en la Sierra, para la creación de un plan de paz y desarrollo para las comunidades de la región”.