Por la falta de un sistema de control y seguimiento de las compras consolidadas de medicamentos, incluidas las vacunas del esquema universal, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) no tuvo posibilidad de asegurar el abasto de los insumos durante 2021, determinó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en la revisión de la cuenta pública de ese año.
El organismo también encontró que en el anteproyecto del presupuesto no consideró los recursos necesarios para pagar las adquisiciones de insumos, como los biológicos del Esquema Nacional de Vacunación.
El Insabi tampoco tuvo la información sobre la necesidad de inmunógenos en cada estado, ni evidencia del registro que cada entidad debe realizar en la plataforma Ambiente para la Administración y Manejo de Atenciones en Salud. De acuerdo con información oficial, lo que se incluya en este sistema electrónico es lo que se programa para su compra.
En tanto, para la licitación bianual 2023-2024 de medicamentos y material de curación, persisten desafíos administrativos en el Insabi por la carencia de un sistema informático. “Todo lo tienen en cajas”, señalaron representantes de laboratorios farmacéuticos.
Se suma la falta de personal con capacidad para llevar a cabo las compras, comentaron, por lo que además de que quedan sólo dos meses para que termine el año y todavía no se han publicado las bases de la licitación, se entiende que el Insabi haya solicitado a proveedores la ampliación de sus contratos.
Deberían concluir el 31 de diciembre de 2022, pero se extenderán a marzo de 2023. De todas maneras, comentaron los ejecutivos consultados, el tiempo “es muy corto” para que los fabricantes planeen la producción y adquieran las materias primas, sobre todo en un contexto inflacionario.
De acuerdo con información preliminar enviada por el Insabi, este lunes 31 de octubre se publicarían las bases de la convocatoria. “Vamos a ver qué pasa” y cómo resuelven las autoridades las dudas que los industriales han planteado, entre otras, respecto a los precios de referencia de los productos.
Juan de Villafranca, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos, explicó que a causa de la incertidumbre económica y la escalada de precios, para los laboratorios es complicado comprometerse con precios fijos para los siguientes dos años, como planteó el Insabi en el estudio de mercado que hizo hace unos meses.
Por la misma razón, hay dificultades con los proveedores de materias primas, la mayoría de los cuales están en India y China, porque plantean realizar entregas inmediatas, cuando “lo acostumbrado” es que se hace la compra y las sustancias se reciben a lo largo del año. El riesgo para los fabricantes es tener sobreinventarios de insumos que “no sabes si vas a ocupar”.
Otro asunto son las deudas del Insabi con proveedores. A decir de los empresarios, el organismo, que dirige Juan Antonio Ferrer, “reconoce que nos debe, pero lo tiene que checar. Eso significa que tienen que ir a las cajas de papeles”.