Cuando la venezolana María Peraza recibió hace unos meses una oferta para jugar en Cruz Azul, no había mucho qué pensar. Era llegar a una liga con mejor estructura o seguir en Colombia, donde el torneo fue cancelado por una falta de organización afectando a cientos de jugadoras.
“Estuvimos con mucha incógnita, venía de la Copa América y no podía darme el lujo de quedarme parada seis meses. Este caso no sólo afecta a Colombia, sino a todo el futbol femenino, debemos unirnos e involucrarnos, aún hay falta de interés en muchos países”, indicó la zaguera.
La liga femenil de Colombia no tuvo el suficiente respaldo por parte de todos los clubes y se vio obligada a suspender el torneo del segundo semestre de este año, dejando en el desempleo a las jugadoras.
“Más allá de si los equipos tuvieron interés, el tema organizacional afectó totalmente al balompié de mujeres. La mayoría de las futbolistas nos dedicamos sólo a esto, (la suspensión del torneo) nos perjudicó en lo deportivo, lo emocio-nal y lo económico”, señaló Peraza, quien defendía los colores del Atlético Nacional.
Las actuaciones que ha tenido María con la selección de Venezuela le permitieron conseguir en agosto un contrato con Cruz Azul, en una liga que considera tiene mejor solidez que las sudamericanas.
“La visibilidad que se le da al futbol femenil en México es importante, eso ha permitido la continuidad del torneo; además, tienen muy buen nivel. En Colombia, al no haber una estructura como tal, es más difícil que haya interés por parte de las marcas”, apuntó.
Ahora, después de una primera temporada en la Liga Mx, donde se convirtió en titular, Peraza buscará junto con La Máquina el pase a la semifinal. Las Celestes deberán ganar hoy como visitantes ante el líder Chivas por al menos dos goles para revertir el 1-0 del encuentro de ida de cuartos.