Riad. Las monarquías árabes del Golfo se inconformaron ayer por los comentarios de la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, quien dijo que Qatar no debería acoger la Copa del Mundo de futbol a finales de noviembre.
El viernes, las autoridades cataríes convocaron al embajador de Alemania en Doha para “protestar” contra las declaraciones “inaceptables y provocadoras” de Faeser, cuestionando la situación de derechos humanos en el pequeño emirato.
“El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) apoya a Qatar contra toda injerencia en sus asuntos interiores a través de alegaciones que no favorecen las relaciones diplomáticas”, declaró Nayef al-Hajraf, secretario general de esta alianza político-económica dominada por Arabia Saudita y que incluye a Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar y Omán.
Severas críticas
En una entrevista con el consorcio de radiodifusión ARD difundida el jueves, Faeser afirmó que “la organización de esta competición por Qatar es muy delicada.
“Hay criterios que deben ser respetados y es mejor que las competiciones (de este calibre) no se atribuyan a Estados como ese”, añadió la ministra, quien debía desplazarse el lunes junto al presidente de la Federación Alemana de Futbol a Qatar.
El país musulmán, profundamente conservador, ha recibido numerosas críticas respecto de su trato a los trabajadores migrantes, además de a los derechos de las mujeres y de la comunidad LGTB. Pero es la primera vez que un embajador extranjero es convocado por uno de esos comentarios.
El emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, acusó el martes una campaña “sin precedentes” contra la organización del Mundial, denunciando “calumnias” a menos de un mes del inicio de la justa mundial.