Padres y directivos de secundarias de Iztapalapa se pronunciaron a favor de la instalación de detectores de metales, a fin de garantizar seguridad a los adolescentes, luego de que en 23 días de este mes se conocieron riñas entre estudiantes que utilizaron un cuchillo, un desarmador, unas tijeras y hasta la amenaza que se difundió en redes sociales de una supuesta balacera “para matar a todos”.
El pasado 12 de octubre un presunto alumno difundió dicho amago, que cometería en la secundaria Francisco Javier Mina 163, por lo que los padres se organizaron para solicitar el operativo mochila segura.
Coordinado con policías capitalinos, efectivos de la Guardia Nacional llevaron a cabo un operativo.
En una visita a ese plantel, Carlos Peña Rodríguez, director de la escuela ubicada en la colonia Leyes de Reforma –una de las 10 con mayor incidencia delictiva de Iztapalapa–, dijo que propondrá “que nos permitan las autoridades un detector, pero está complicado, porque entran los derechos humanos”.
Afirmó que aún no le informan sobre los avances de la investigación que inició la fiscalía local. Mientras, madres entrevistadas dijeron estar a favor del detector de metales; no obstante, Ana María Campos señaló que los tutores tendrían que organizarse para pagar por su colocación.
A pesar de que el director dijo que continúa aplicándose el operativo de revisión de mochila, Campos y un grupo de madres aseguraron que el miércoles y jueves no se aplicó, a pesar de que recientemente ocurrieron dos riñas.
Expresaron temor de que las medidas de seguridad se relajen, porque disminuyó la presencia policiaca y ya no hay sobrevuelo del helicóptero Cóndor.
Acusaron también que en las inmediaciones hay billares clandestinos, porque a unos metros se ubica el Colegio de Bachilleres.
En tanto, el profesor Roberto Soto de las secundarias Francisco González Bocanegra y Hermenegildo Galeana, en las colonias Tenorios y Guadalupe del Moral, dijo que también se acordó llevar a cabo el operativo mochila segura; sin embargo, cuando llamó a la alcaldía Iztapalapa y a las secretarías de Seguridad y de Educación Pública para revisar el protocolo de seguridad –pues en una riña de dos alumnas una utilizó tijeras–, nunca llegó la patrulla ni la ambulancia.