La Organización de Naciones Unidas alerta que los efectos de la pandemia de covid-19, los conflictos y el cambio climático están afectando severamente la salud de mujeres y niños. Un informe reciente revela que más de 45 millones de niños sufrieron desnutrición aguda en 2020, un trastorno que pone en peligro sus vidas y agrava el riesgo de muerte, de retraso en el desarrollo y enfermedad. Además, 149 millones de niños sufrieron retraso en el crecimiento.
El informe, denominado “Proteger la promesa”, es un resumen de los progresos realizados en respuesta a la Estrategia Mundial Todas las Mujeres, Todos los Niños, del secretario general de Naciones Unidas para la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes.
Los datos recabados revelan que las posibilidades de los niños y los adolescentes de llevar una vida sana “varían considerablemente por razones tan simples como el lugar donde nacen, su exposición al conflicto y las circunstancias económicas de sus familias”.
Destaca que un niño nacido en un país de ingresos bajos tiene una esperanza de vida media al nacer de unos 63 años, frente a los 80 que se alcanzan en un país de ingresos altos. “Esta devastadora brecha de 17 años en la supervivencia ha cambiado poco en los últimos años. En 2020, 5 millones de niños y niñas murieron antes de cumplir los 5 años, la mayoría por causas que se pueden evitar o tratar”.
El reporte advierte de una “regresión grave en prácticamente todas las mediciones más importantes del bienestar infantil y en muchos indicadores claves de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como la inseguridad alimentaria, el hambre y el matrimonio infantil”.
Además, se estima que 25 millones de niños no habían recibido vacunas o las habían recibido de forma insuficiente en 2021, 6 millones más que en 2019. A ello se suma que millones de niños no asistieron a la escuela durante la pandemia, mientras que aproximadamente 80 por ciento de los niños de 104 países sufrieron pérdidas de aprendizaje debido al cierre de las escuelas. El informe destaca que desde el comienzo de la pandemia, 10.5 millones de niños han perdido a uno de sus progenitores o a su cuidador a causa del covid-19.