Río de Janeiro., El presidente Jair Bolsonaro y el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) intercambiaron ayer acusaciones al intentar llegar a los electores indecisos con temas clave como la economía y el aborto, al realizar el último debate a dos días de la segunda vuelta electoral para la presidencial de Brasil.
El ultraderechista, quien comenzó el debate en TV Globo desmintiendo que vaya a eliminar las vacaciones y el pago de horas extras, prometió que si es elegido mañana reajustará el salario mínimo a 265 dólares.
“Lula, usted sabe que todo el sistema está contra mí, incluido este canal, (...) pare de mentir”, declaró el gobernante, quien se mantuvo fuera de su atril, vestido con traje, corbata azul y revisaba constantemente tarjetas de anotaciones en su mano izquierda. “¿Tendré que exorcizarlo para que pare de mentir?”, expresó.
El ex mandatario y ex sindicalista, quien cada vez que Bolsonaro hablaba lo seguía desde su atril y bebía agua, atacó la gestión de su rival: “Usted es el rey de las fake news, el rey de la estupidez. “Durante cuatro años, este señor gobernó el país y no dio ningún aumento real de salario, esa es la verdad”, espetó el ex líder metalúrgico.
El candidato del Partido de los Trabajadores (PT), de 77 años, acusó a Bolsonaro de “aislar a Brasil del mundo” durante su gobierno: “Brasil está más aislada que Cuba”.
Al discutir las propuestas de política exterior para el gigante sudamericano, el líder social acusó al ex militar que “nadie quiere conversar con Brasil y ningún país quiere recibir a Bolsonaro”.
Lula, quien llega como favorito en los sondeos, y Bolsonaro, que busca la relección a sus 67 años, se enfrentaron en un ambiente altamente polarizado, tras un mes de campaña plagado de golpes bajos y desinformación en la televisión y las redes sociales.
En tanto, ambos candidatos coincidieron en su rechazo al aborto. “Usted es abortista. Siempre trabajó con eso. Asuma que es abortista, que no tiene respeto por la vida humana”, espetó el capitán de la reserva del ejército.
El ex sindicalista, quien antes había defendido la medida, señaló que, personalmente, es “contrario al aborto”.
Al concluir el debate, Bolsonaro se equivocó y señaló que pronto será relecto para “diputado federal”.
En el reciente sondeo de Datafolha, publicado el jueves, Lula recuperó una ventaja de seis puntos al reunir 53 por ciento de los apoyos contra 47 por ciento del mandatario, considerando los votos válidos, sin nulos ni en blanco.
La semana anterior, esa distancia se había encogido de seis a cuatro puntos.
En la primera vuelta del 2 de octubre, el líder izquierdista obtuvo 48 por ciento de los votos y Bolsonaro un sorpresivo 43 por ciento, al superar lo que anticipaban las encuestas.
Bolsonaro parecía confiado tras el resultado de la primera vuelta, pero al menos dos hechos de la semana pasada pueden haber complicado su avance: declaraciones de su ministro de Economía, Paulo Guedes, sobre una posible desvinculación del aumento del salario mínimo al valor de la inflación, y la insólita reacción de un ex diputado bolsonarista, que al ser arrestado respondió con granadas y tiros que hirieron a los agentes policiales.
En un ambiente altamente contrastado, Bolsonaro, quien recientemente había dejado a un lado sus críticas al sistema de urnas electrónicas, levantó esta semana un nuevo foco de sospechas al denunciar supuestas irregularidades en la difusión de piezas publicitarias en radios del noreste del país.
El Tribunal Superior Electoral desestimó las alegaciones por falta de pruebas y advirtió a la campaña del presidente que la denuncia presentada podría constituir un “crimen electoral” y un intento de “alterar la segunda vuelta”.
Los partidarios Bolsonaro asistieron a un evento evangélico en la Explanada de los Ministerios en Brasilia, donde vieron el debate. En tanto, los seguidores de Lula participaron en un mitin de campaña en Río de Janeiro.
Por otra parte, una treintena de congresistas demócratas estadunidenses pidieron al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que reconozca pronto los resultados de los comicios brasileños por temor a que Bolsonaro los cuestione si pierde.
El ex presidente Donald Trump llamó desde su red social Truth Social a votar por Bolsonaro y tachó de “lunático” a Lula da Silva, a quien apoda Lulu.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, reclamó el buen funcionamiento de las instituciones democráticas en América Latina y que se respeten los procesos electorales y sus resultados, en un mensaje velado a la situación de Brasil.