Madrid. El arqueólogo y antropólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma rindió un homenaje a la tradición universitaria en México que le ha llevado a convertirse en la figura que es hoy sobre el conocimiento de las culturas y la historia. En la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, Matos Moctezuma, quien recibió el de Ciencias Sociales, también recordó que aunque las guerras siempre “traen desolación y violencia” es importante “no anclarnos en el pasado y guardar rencores”.
Este año, los Premios Princesa de Asturias reconocieron a importantes personalidades e instituciones: Carmen Linares y María Pagés, ambas figuras destacadas del arte flamenco, fueron reconocidas con el premio de las Artes; el periodista polaco Adam Michnik, el de Comunicación y Humanidades; el arquitecto japonés Shigeru Ban, que ha dedicado su obra y su vida a crear espacios dignos para personas sin hogar o sin recursos, recibió el galardón de la Concordia; la activista ambientalista Ellen MacArthur, el de Cooperación Internacional; la Fundación y Equipo Olímpico de Refugiados el de los Deportes; los científicos Geoffrey Hinton, Yann LeCun, Yoshua Bengio y Demis Hassabis, el de Investigación Científica y Técnica, y el premio de las Letras para el dramaturgo español Juan Mayorga.
En su discurso, Matos Moctezuma rindió homenaje a sus maestros de profesión y vida, entre los que citó a Ramón Piña Chán, Miguel Messmacher, Juan Comas, Manuel Gamio, y por supuesto, a Miguel León Portilla y Alfredo López Austin, “de quienes he dicho que forman una dualidad que se expresa a través de la lucha de contrarios y que son opuestos complementarios”.
Recordó la importancia en su vida de las instituciones que lo formaron: “La Escuela Nacional de Antropología e Historia fue mi alma mater. El Instituto Nacional de Antropología e Historia, al que he pertenecido por más de seis décadas. Ingresé siendo estudiante y hoy soy investigador emérito”.
El antropólogo mexicano definió su especialidad como “esa moderna máquina del tiempo, el medio para lograr trasponer el tiempo mismo y llegar ante los pueblos que nos antecedieron en la historia. Así, la historia y la arqueología nos llevan frente a las sociedades del pasado y nos muestran que muchas fueron creadoras de avances importantes y que, en su devenir, surgieron imperios y gobernantes poderosos que en su soberbia creyeron que serían eternos”.
Después, hizo un repaso de la historia común entre México y España, incluido el periodo trágico de la Conquista, en el que citó un fragmento de la Visión de Anáhuac de su también maestro Alfonso Reyes.