Devoción y entrega movieron a 42 mil personas procedentes de diversas partes del país que visitaron el templo de San Hipólito y San Casiano para celebrar a San Judas Tadeo, una de las festividades religiosas más importantes.
La cifra de fieles fue menor que en 2021, según autoridades, cuando acudieron 55 mil personas a ver al santo de las causas difíciles.
Desde la noche del jueves arribaron familias, parejas, jóvenes solitarios y grupos de peregrinos de los estados de México, Veracruz, Hidalgo y Puebla, entre otros, a pie, en bicicleta, transporte público o vehículos particulares para bendecir sus imágenes, algunas de casi dos metros de altura, y para poder entrar realizaron largas filas.
Mariachis, grupos de música de viento y banda, cohetes, porras, aplausos y llanto recordaron los milagros concedidos se pudieron ver en el festejo que continuaba anoche después de las 11.
La mayoría de los entrevistados aseguraron que acudieron en agradecimiento porque les permitió aliviar a sus familiares con algún padecimiento, tener salud, trabajo, alegría, por alejarlos de las adicciones y hasta por lograr el rescate de un familiar secuestrado.
Mientras las personas esperaron para entrar a alguna de las misas efectuadas cada hora, otras regalaban tortas, tacos de canasta, de pastor, tamales, dulces, churros, jugos, estampitas, plátanos, pulseritas y veladoras.
Margarito llegó de Cabeza de Juárez, en Iztapalapa, con sus tres santitos: uno que compró, otro regalo de su esposa y el tercero que una asociación le donó, acompañado por sus hijos para agradecer que está con su familia.
Cristian y 10 de sus familiares –algunos vestidos con el atuendo de San Judas– entregaron 100 tortas de jamón, 100 jugos y dulces luego de que “en busca del sueño americano fui secuestrado por los mismos coyotes”, que exigieron 7 mil 500 dólares a sus familiares cuando estaba en Tijuana, “pero les decían que ya me habían cruzado al otro lado”.
Raúl Vargas se puso la túnica verde con blanco y en bicicleta llegó desde Tacubaya para agradecer por tener salud, luego de que se contagio de covid; mientras, familias de Naucalpan, Hidalgo y Álvaro Obregón arribaron en grandes peregrinaciones a pie.
Familiares y amigos de Patricia Campos repartieron 2 mil tacos de canasta, como cada mes, al asegurar que “se siente muy bonito el agradecimiento y la fe”, en tanto dos jóvenes regalaron a los asistentes plátanos que llevaban en 100 cajas que compraron en la Central de Abasto para dar gracias por los milagros que hizo San Judas, quien además intervino para que los policías los dejaran ir sin multarlos, porque su camioneta no es de carga.