Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador respaldó la gestión en el caso Ayotzinapa del subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, de quien dijo que ha enfrentado intereses creados asociados al viejo régimen.
Ratificó que tras la presentación del informe sobre el ataque de 2014 en Iguala, Guerrero, contra los normalistas, se exacerbaron las reacciones y dentro de la Fiscalía Especializada hubo intentos de “dinamitar” la investigación.
En la conferencia del miércoles, el mandatario afirmó que desde la difusión del informe, en agosto pasado, surgió la sospecha sobre el rumbo de las indagatorias: “sostengo que quisieron dinamitarnos la investigación para que no se actuara”.
–Estas órdenes de aprehensión fueron presentadas por el fiscal Omar Gómez Trejo. ¿Él fue quien trató de dinamitar?
–No, otros. Es que hay muchos. Este es un régimen que no termina todavía de morir. Es un proceso de transición, lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer. Tan es así que han asesinado a muchos testigos o personas vinculadas con el caso.
López Obrador identificó al New York Times (NYT) como parte de los intereses creados; señaló que la nota que publicó ayer el diario involucró ahora hasta el espionaje: “el New York Times metido en esto, ayudando a torturadores, apoyando y protegiendo a quienes toleraron crímenes de Estado. ¿Qué periodismo es ese? ¿Dónde está la justicia?”
En la conferencia, Encinas hizo frente a las descalificaciones a su gestión, que ahora incluyen las del diario estadunidense. Resumió las dificultades del encargo, el más complejo que ha tenido: “Decían que hasta era miembro de la (guerrillera) Liga 23 de Septiembre cuando estudiaba en la Facultad de Economía. No se tiene por qué mentir tanto”.
Expuso que en el caso de los normalistas tuvo que “enfrentar inercias, resistencias y obstáculos del viejo régimen para romper el círculo vicioso y abrir la investigación; nos filtraron videos, documentos e incluso el informe no testado, con el ánimo de entorpecer los trabajos y alertar a los responsables. Una campaña de descalificaciones al informe, a nuestras personas, amedrentamiento; solicitudes de amparo contra el informe y amago de abogados de denuncias penales. Pasamos al espionaje. ¿Ahora qué sigue? Pues lo que sea, no vamos a dar marcha atrás”.
Justificó su actuación y se refirió a la filtración del audio de una conversación que tuvo a principios de este año en Israel con el ex responsable de la investigación del caso de los 43, Tomás Zerón, ahora prófugo de la justicia radicado en esa nación. La versión del encuentro es parte de la nota de el New York Times.
Encinas afirmó que acordó con los padres de los normalistas que si se complicaba la extradición de Zerón, las autoridades buscarían un pacto para que el ex jefe policial aportara información a cambio de acceder al criterio de oportunidad.
Reveló que hizo el contacto mediante los abogados de Zerón, quien rechazó la propuesta.
El funcionario federal mostró una conversación en mensajes telefónicos que permitió involucrar a responsables de los hechos de 2014, y aseguró que existen otros elementos que apuntalan la veracidad de esa plática, que incluye a un militar.
Mencionó además que mantiene contacto con integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes para definir una ruta que permita cruzar toda la información actual del expediente.
“Funcionario ejemplar”
López Obrador calificó de funcionario “ejemplar” a Encinas, de quien ahora “hasta el New York Times pone en duda su actuación”.
Sobre el audio de la conversación, señaló que “haya sido como haya sido, Zerón o autoridades de Israel, agencias”, esto derivó en un “periodismo que se nutre del espionaje”.
A una pregunta sobre los cuestionamientos de los padres a las consecuencias de la presentación del informe, dijo que el comportamiento de ellos ha sido adecuado. Reconoció que han padecido mucho a lo largo de toda la investigación, por lo que su reclamo es que se avance y no se desvíen las indagatorias. “Tenemos la confianza de los padres” porque, además, “es un asunto de convicciones y debemos aclarar esto”.
Sostuvo que algunos sectores en México no pensaron que la investigación avanzaría hasta fincar responsabilidades, incluso a funcionarios y militares, por lo cual consideraron que la filtración del informe frenaría la indagatoria.
“Nunca imaginaron que íbamos a llegar hasta donde hemos llegado; pensaron que iba a haber impunidad. Se los puedo plantear de otra manera: si hubieran ganado (José Antonio) Meade o (Ricardo) Anaya (ambos ex candidatos presidenciales), le habrían dado carpetazo.”
Comentó que su gobierno pidió colaboración al de Estados Unidos, por conducto de la vicepresidenta Kamala Harris, a fin de tener acceso a expedientes judiciales de una detención en Chicago, donde hay información sobre el caso Ayotzinapa, y que pudo integrarse una investigación sobre esa base.