Huautla de Jiménez, Oax. Miles de mazatecos participan de nuevo en la fiesta del Cha too xo’o (los que brotan del ombligo de la tierra); como ocurre desde hace siglos, la noche del jueves acudieron otra vez a los panteones municipales, se disfrazaron de muertos y recuperaron las calles después de dos años de estar confinados a causa de la pandemia del covid-19.

Son niños, jóvenes y ancianos que se ponen una máscara, un sombrero estrambótico y la ropa más raída que encuentren: en grupos que forman decenas y hasta centenas recorren calles, casas y plazas públicas, todo local que encuentren abierto, donde cantan, bailan, beben y disfrutan de estar de nuevo con sus familiares, compañeros y amigos vivos.

Así andarán durante siete días, hasta el 2 de noviembre, cuando los muertos regresan a sus confinamientos del inframundo, donde gobierna Isabel, la deidad de los muertos, según la mitología mazateca.

La Jornada (LJ) entrevistó a uno de estos muertos vivientes.

LJ. ¿Te estás divirtiendo, anciano?

Huehuentón: Sí, estoy alegre de haber salido un rato del mundo de los muertos.

LJ: ¿Cómo es el mundo de los muertos?

Huehuentón: Uy, está pesado, nos vinimos a escondidas, por eso traigo esta máscara, no nos dan permiso de salir.

LJ: Qué bueno que llegaste, aunque sea un rato.

Huehuentón: No podemos dejar desamparados, sobre todo a los niños, por eso los vinimos a ver.

LJ: ¿Qué mensaje les traen a los niños, a los jóvenes?

Huehuentón: Que no hagan tonterías, que se quieran mucho y que tengan mucho cuidado porque en este mundo hay mucha maldad, a diferencia de donde nosotros estamos, allí todo es oscuridad, todo es sombra, frío, a veces recordamos, a veces nos entristecemos de nuestros hijos vivos, por eso les traemos nuestra algarabía, nuestra flor, que nos vean, que escuchen nuestro canto, porque este canto nos cuesta trabajo, que alegren sus corazones, nosotros nunca los olvidados, pero ellos frecuentemente lo hacen, nos echan al olvido, y eso no es muy agradable, nos duele, lloramos, hay quienes solamente se acuerdan de nosotros este día,

LJ: ¿Vendrá el próximo año?

Huehuentón: Eso depende de nuestro dirigente.

LJ: Me refiero a Isabel, la reina del inframundo.

Huehuentón: Sí, también, pero el que nos reúne primero es nuestro dirigente, luego él negocia con Isabel y ella nos da permiso, pero luego se pone muy difícil porque dice que muchos hacen tonterías y no nos autoriza; por eso es que escapamos disfrazados.

LJ: Muchas gracias.