La fortaleza de las remesas y el empleo, así como una moderación en contagios por covid-19 a nivel nacional, fueron los motores del dinamismo de la actividad económica de México en agosto pasado.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer este martes que el Indicador Global de la Actividad Económica (Igae), un referencial del producto interno bruto (PIB) mensual, registró un crecimiento de uno por ciento en agosto con respecto a julio pasado, su mejor avance desde abril, y un alza de 4.7 por ciento anual con cifras ajustadas. El crecimiento de la actividad productiva del país en el octavo mes del año, impulsado por el consumo y el sector agro, sorprendió a los agentes económicos, al superar la proyección del consenso del mercado y del indicador preliminar que preveía un nulo crecimiento, pero estuvo dentro del rango de estimación de una contracción de 1.1 por ciento y un crecimiento de 1.2 por ciento en el mes de referencia.
El consenso de analistas estimó que la actividad productiva se había contraído en agosto del presente año; mientras el Indicador Oportuno de Actividad Económica consideró que creció apenas 0.04 por ciento mensual.
De acuerdo con el reporte del Igae, la fortaleza de la actividad productiva de México durante agosto se concentró en el sector primario, con un avance de 3.6 por ciento mensual y los servicios con un alza de 1.2 por ciento; mientras la industria no mostró cambios (cero por ciento).
En cuanto a su medición anual, el Igae aceleró la tasa de crecimiento de 2.2 a 4.7 por ciento de julio a agosto, su mejor avance interanual desde julio de 2021; cabe recordar que agosto del año pasado representa una base relativamente baja de comparación.
Mejor crecimiento
Con el resultado de agosto, el Igae prolongó una tendencia ascendente que inició en octubre de 2021, y prácticamente alcanzó su nivel prepandemia (enero 2020) y acumuló un crecimiento anual para el periodo enero-agosto 2022 de 2 por ciento anual. No obstante, aún está 0.5 por ciento por debajo del máximo histórico de agosto de 2018.
“Las cifras de la actividad económica en agosto parecen una anomalía que, sin embargo, es suficiente para que revisemos nuestras estimaciones del PIB a 2.6 por ciento de 2.1 por ciento anterior. Después de un par de meses con un crecimiento débil, la actividad económica repuntó en julio, pero la verdadera sorpresa llegó en agosto, en particular en los servicios”, destacó Adrián de la Garza, economista en jefe y director de estudios económicos de Citibanamex. Añadió que en medio de una desaceleración en Estados Unidos, la economía mexicana se muestra resiliente.
El crecimiento de agosto fue un dato anómalo, aseguró De la Garza, y siguió estimando que el entorno de menor crecimiento externo, alta inflación y elevadas tasas de interés afectará de manera más evidente la actividad a partir del cuarto trimestre (octubre-diciembre).