Ankara. La policía en Turquía llevó a cabo el martes redadas en varias ciudades del país y detuvo a 11 periodistas afiliados a medios de comunicación pro kurdos por presuntos vínculos con milicianos kurdos, de acuerdo con las autoridades e informes.
Las detenciones se producen días después de que Ankara ratificó una nueva y controvertida ley de medios de comunicación que impone penas de prisión a quienes difundan “desinformación” con el fin de causar “preocupación, miedo y pánico en la población”. Los críticos de la ley han dicho que temen que el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan, que ya controla la mayoría de los medios de comunicación, la utilice para reprimir aún más las redes sociales y la información independiente, cuando el país se acerca a las elecciones.
La agencia de noticias pro kurda Mezopotamya ha declarado que su redactor jefe, Diren Yurtsever, y otros ocho periodistas fueron detenidos para ser interrogados tras las redadas policiales simultáneas en sus domicilios de Ankara, Estambul y otras cinco ciudades. También fueron detenidos dos periodistas de la agencia JinNews.
La policía confirmó las detenciones con un comunicado publicado en Twitter en el que se decía que los sospechosos fueron detenidos por noticias o contenidos “que incitan al público al odio y la enemistad”.
El comunicado del Departamento de Policía de Ankara también acusó a Mezopotamya de operar como el “Consejo de Prensa” del prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y describió las redadas como una “operación antiterrorista”.