En medio de una crisis y de una década pérdida de desarrollo y crecimiento económicos, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sentenció que no es un momento para cambios “graduales y tímidos”, sino de políticas transformadoras y audaces que realmente muevan las agujas del desarrollo en la región.
No se podrán revertir y transformar los modelos de desarrollo en la región haciendo lo mismo o haciendo aquello que funciona en pequeña escala.
Al dar a conocer el documento: Hacia la transformación del modelo de desarrollo en América Latina y el Caribe: producción, inclusión y sostenibilidad, José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, afirmó que para revertir la década pérdida y la crisis de desarrollo se requieren acciones de transformación con todos los actores del desarrollo: gobierno, sector privado, sociedad civil y académicos.
“La política pública es fundamental. Y hay nuevas visiones e innovaciones sobre la planificación del desarrollo, la gobernanza de las políticas y los ciclos de formulación, implementación, medición y evaluación de resultados, y rendimiento de cuentas. No es un momento para cambios graduales y tímidos, sino para políticas transformadoras y audaces que realmente muevan las agujas del desarrollo”, aseveró Salazar-Xirinachs.
Tras la inauguración del 39 periodo de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la reunión bienal más importante de este organismo regional de Naciones Unidas, el secretario ejecutivo de la comisión garantizó que la globalización ya no es lo que fue en los pasados 30 años, pues ha cambiado hacia un regionalismo caracterizado e impulsado por tendencias proteccionistas; reconfiguración y concentración de las cadenas de valor por rivalidad tecnológica y razones geopolíticas; flujos migratorios: los migrantes aumentaron de 2.8 por ciento de la población mundial en 2000 a 3.6 por ciento en 2020.
El riesgo de lo anterior es la fragmentación del mundo en bloques geopolíticos y económicos.
Salazar-Xirinachs prevé que las exportaciones no salvarán a países como México, por lo que no es una buena noticia la relación que tiene con Estados Unidos.