Ciudad de México. Ruiz Massieu Salinas… Claudia, con la historia de los apellidos a cuestas, y que “duele a diario”, asoma a la candidatura a la Presidencia de la República desde el plano de la militancia del partido que marcó su vida, pero sin resentimientos: “La política no se hace desde el rencor, porque es negar la política”.
No obstante, el PRI parece quedar corto para el proyecto que impulsa Ruiz Massieu. “Yo quiero ser la candidata del PRI, sí, pero quiero ser la candidata del PAN, del PRD, de Movimiento Ciudadano y de todos los mexicanos que no militan en ningún partido y que no les gusta el rumbo que está tomando México y quieren algo diferente.
“Yo no quiero ser nada más la candidata de los priístas. Yo quiero encabezar un proyecto de la sociedad. Claro que los partidos políticos somos necesarios en el sistema político electoral, pero no basta con los partidos. Yo creo que la sociedad está inconforme con el estado de las cosas y, estoy segura, son millones, los números así lo demuestran.”
Por una nueva alianza
–¿Cuál es la oferta?
–Yo quiero construir una alternativa mucho más amplia y, sobre todo, que la gente se apropie de ella, que refleje las causas y las inquietudes de quienes no militan y nunca van a militar en un partido, pero que sí les interesa una oferta política que responda a sus inquietudes. En eso estoy trabajando, en la construcción de una alianza que ya no es la misma que hubo en la elección del 21 y que hoy está claramente rota por la falta de confianza en la dirigencia de mi partido y por la postura que la mayoría de los legisladores del PRI tomaron en la votación de la militarización hace algunas semanas.
“Aquí se trata de sumar a la mayoría y sobre todo de dejar de dividir a México, que me parece que es algo que nos está haciendo muchísimo daño. También se ha dañado la confianza ciudadana en las instituciones democráticas y eso nos debe preocupar a todos.”
La senadora quiere hablar de eso, de la política y del partido en el que milita y, con una mezcla de coraje y frustración, asegura que en el PRI la reflexión que le permita convertirse en una alternativa vigente “no la he escuchado, o cuando menos no he sido convocada para ello”, pero insiste en crear un “proyecto único opositor, incluyente y diverso”.El peso de los apellidos
El peso de los apellidos
–La pregunta es obligada: Tu nombre, tus apellidos (Ruiz Massieu Salinas), son toda una historia, una historia dentro del priísmo, ¿No le guardas rencor al partido del que hoy quieres ser representante para la Presidencia de la República?
–Pues fíjate que no, Miguel Ángel. Yo pertenezco a dos familias que han estado ligadas a la historia política de México y obviamente de mi partido y de las dos he abrevado muchas cosas de mi formación política. Y mi ejemplo de cómo debe hacerse la política y de cómo debe ser un político lo obtuve y lo obtengo todos los días de mi padre. Pero no guardo rencor porque, la ver-dad, en la vida hay que mirar hacia adelante y no hay que cargar cosas que te lastran.
“Yo decidí hace mucho eso, mirar hacia adelante y ser feliz, que siempre es una decisión, ¿no?, y en ese sentido no guardo rencor por una circunstancia, por una tragedia que vivimos y que superamos, así que no. Me duele todos los días, pero ¿para qué guardar rencor? La verdad es que lo mejor es ir hacia adelante. Yo creo que la gente que guarda rencores pierde objetividad y perspectivas”.
–¿Resulta menos política?
–Pues en la política mucho menos. La política no se puede hacer desde el rencor, porque es negar la política y creo que es parte de lo que estamos viendo ahorita, que muchas veces vemos espectáculos muy lamentables de diálogo. No, de diálogo no; más bien de intercambios que impiden tomar acuerdos, porque no hay respeto ni tolerancia ni disposición a escuchar al que piensa diferente. Descalificaciones y ninguna disposición a escuchar un punto de vista diferente o tu punto de vista contrapuesto, sino más bien a insultar al que tienes enfrente.
“Creo que esa es la negación no sólo de la política, sino de la posibilidad de la convivencia civilizada. No podemos renunciar a eso. Yo por eso siempre escojo muy bien mis palabras. Puedo ser dura, pero siempre intento ser respetuosa y nunca descalifico a alguien por que tenga una ideología distinta a la que yo tengo, cosa que por cierto no puedo decir de mis compañeros de Morena y del oficialismo en general.”PRI: crisis de dentro hacia afuera
PRI: crisis de dentro hacia afuera
Y sí, dura, pero sin odios. La precandidata priísta mira primero hacia dentro del organismo en el que milita y en el que no todos jalan parejo para establecer el diagnóstico: “Hoy el PRI es un partido que está en una crisis de dentro hacia afuera, de legitimidad muy grande, en una crisis de confianza hacia la ciudadanía, en una crisis de confianza frente a otros partidos de oposición con los que habíamos conformado una alianza que, desde luego, se inscribe también en una crisis del sistema de partidos”.
–Pero, ¿y dónde converge aquel priísmo tricolor con los azules?
–Pues en la defensa del régimen de derechos y de libertades que hemos construido los mexicanos durante muchas décadas, en la defensa del régimen constitucional y de las instituciones de la República, de la visión de poderes, de la defensa de los órganos autónomos y de la defensa de la construcción de muchas capacidades del Estado mexicano que se han perdido o se han destruido.
La aspirante no perdona, ahora endereza la mira del ataque sobre el gobierno actual.
“Mira, no podemos dejar pasar sin decir nada de que hayan desaparecido el Seguro Popular y que hoy más de un millón de mexicanos asiste a las instituciones de salud a buscar algún tipo de servicio y cada día encuentran menos capacidades del Estado mexicano. Ya no hay cobertura del Seguro Popular, hay menos medicinas porque hay un desabasto generalizado por decisiones de política pública erróneas. No hay ni vacunas”, dice encendida la militante del tricolor.
“No estamos mejor”
Ahora va sobre la seguridad y los programas sociales.
“Dando dádivas directas a las personas no se construyen capacidades sostenibles para el desarrollo del país. Por ejemplo: ¿Cómo vamos a enfrentar la inseguridad. Nada de lo que hemos hecho ha funcionado, al contrario, se ha agravado y ha seguido avanzando la criminalidad. Nada de lo que ha hecho este gobierno en estos cuatro años y la militarización, por cierto profundi-zada, ha sido una solución para la seguridad ni para ningún otro tema de los que están atendiendo las fuerzas armadas a las que respeto y de verdad reconozco.”
Explica la senadora lo que considera la verdad sobre este régimen.
“Todos los indicadores, no los míos ni los de nadie, los datos públicos del Inegi demuestran que no estamos mejor. Estamos peor en lo económico, peor en la seguridad, peor en la impunidad, y algo muy grave, peor en la esperanza.”
–Al amparo de todo lo que nos dices, ¿cómo explicarías la popularidad de Andrés Manuel López Obrador?
–Yo creo que los mexicanos distinguen claramente entre el aprecio que le tienen al Presidente, su partido y el gobierno. La gente no está satisfecha con el desempeño del gobierno, pero al Presidente lo quieren.
“El Presidente es sin duda un político que maneja extraordinariamente la comunicación y conecta muy bien con la ciudadanía, porque habla de manera muy clara, muy directa, en términos comprensibles, y la gente está convencida que el Presidente es una persona que tiene buena intenciones y le creen. Pero una cosa es el aprecio que le tienen y otra que eso se vaya a traducir automáticamente en un respaldo igual a su popularidad en las elecciones de 2024 que, por cierto, primero tienen que pasar por el 23.”