Este año se cumplió el aniversario número 40 de la presencia de estudiantes de medicina y enfermería, entre otras carreras, en diversas comunidades de Chiapas, como parte del servicio social de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), para que sus alumnos se acerquen a realidades distintas que enriquezcan su óptica como trabajadores de la salud.
Así lo afirmó el doctor Joel Heredia, coordinador del Proyecto de Servicio Social de la UAM en ese estado, quien destacó la importancia de que los estudiantes universitarios se acerquen a la práctica profesional en sitios de escasos recursos, donde fenómenos como la muerte materno-infantil continúa siendo un grave problema.
En entrevista, el médico y maestro en desarrollo rural recordó que el pasado 8 de octubre se cumplieron cuatro décadas de iniciado el esquema de servicio social de la UAM en Chiapas en el área de salud, con el cual han acudido poco más de 600 pasantes de las carreras de medicina, estomatología y enfermería, además de otras disciplinas.
“Nuestro programa busca fortalecer procesos comunitarios y de desarrollo humano, orientados a diferentes áreas de la salud, como nutrición y calidad de vida, pero también en temas como tecnologías, medio ambiente, políticas públicas, cultura y educación”, señaló el docente.
Luego de destacar que el esquema de servicio social de la UAM no se suspendió luego del levantamiento zapatista de 1994, Heredia señaló que la propuesta de la universidad es “interactuar con la población con una visión más amplia, respetando una cultura diferente y exigiendo un esfuerzo para entender al otro”.
Presencia en 14 comunidades
En este momento, añadió, el programa funciona en 14 comunidades, aunque antes de la pandemia operaba en unas 22, y se encuentra en Palenque, Ocosingo y algunos pueblos de la zona de los Altos, en colaboración tanto con la Secretaría de Salud local, como con la Universidad Intercultural de Chiapas y diversas organizaciones civiles y campesinas.
“Cada mes nos concentramos en Palenque y tomamos talleres en torno a elementos prácticos, como la forma de atender una urgencia obstétrica, pero también de sensibilización de lo que significa una muerte materna, lo que implica para una familia y la responsabilidad de los trabajadores de la salud”, explicó.
Heredia apuntó que los pasantes colaboran con las parteras locales para aprender de ellas y aportar sus conocimientos. “Más que decir ‘así se soluciona el problema de las muertes maternas’, queremos sumar esfuerzos con los saberes tradicionales”.