Tras 40 años, la licenciatura en educación indígena (LEI) de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) “ha sido clave para erradicar una visión pedagógica colonial y castellanizadora en la instrucción de los pueblos indígenas”, afirma Nicanor Rebolledo, antropólogo y profesor-investigador de esa casa de estudios, al destacar que “se ha logrado el reconocimiento del valor pedagógico de las lenguas maternas y la importancia de revitalizarlas”.
Indica que con la formación de al menos 37 generaciones de docentes “hemos logrado pasar de una visión de educación bilingüe a una perspectiva intercultural, donde la lengua indígena debe ser reconocida como herramienta de enseñanza y conocimiento”.
En entrevista con La Jornada, señala que desde su creación en 1982, la LEI ha formado a cuadros no sólo docentes, sino directivos y de investigación. Fue en 1993, recuerda el profesor y pedagogo, cuando se aplica la primera reforma curricular a la LEI y se incorpora el enfoque intercultural, como respuesta a un intenso movimiento de reivindicación de los pueblos indígenas, que denunciaban “el carácter etnocida de la curricular nacional, su excesivo burocratismo y el abandono ancestral de las escuelas indígenas”.
Entre las principales aportaciones de la LEI, agrega, “es que logró la transformación de los docentes indígenas, hubo un autorreconocimiento y el impulso a un movimiento pedagógico que impactó el sistema educativo. Nuestros egresados no sólo se incorporan a las aulas, laboran en las universidades y normales interculturales y bilingües, así como en los bachilleratos integrales comunitarios”.
Rebolledo, quien junto con los doctores Jessyca Rayas, coordinadora de la LEI, y Jorge Tirzo Gómez, profesor-investigador de la universidad, organizan el ciclo de conferencias por el aniversario de la LEI, que se realizará del 24 al 26 de octubre en la UPN-Ajusco, subraya que “debemos abrirnos a una reflexión sobre el futuro en la educación indígena”.
Es central “enfocarnos en los niños indígenas urbanos. Los pueblos se han vaciado, hay mucha migración de niños y jóvenes indígenas a las ciudades, y debemos ofrecer otro tipo de formación, no sólo basada en las necesidades del magisterio que trabaja en las comunidades rurales, debemos repensar la LEI frente a la desterritorialización de los pueblos indígenas”.