Nueva York. Los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobaron por unanimidad una resolución, impulsada por México y Estados Unidos, que exige actuar para poner fin a la violencia y la actividad criminal en Haití, e impone sanciones a individuos y grupos que amenazan la paz y estabilidad de la nación más pobre del hemisferio occidental, empezando con Jimmy Chérizier, alias Barbacoa, jefe de la alianza de pandillas La Familia y G9.
El embajador de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente Ramírez, elogió la unidad del consejo en un asunto complicado. La resolución “envía una señal clara de que el Consejo de Seguridad no permanecerá con los brazos cruzados y actuará no sólo en contra de los que generan violencia en la calle sino también sobre aquellos que los apoyan, los prohíjan y financian”.
Los autores de esta resolución de 10 páginas aplazaron la votación el miércoles para revisar el texto a fin de ganar mayor apoyo entre los miembros del Consejo. Llega cinco días después de que sus miembros mostraran discrepancias sobre el envío de una fuerza internacional a Haití, como solicitó el gobierno haitiano.
Lo acordado prevé un embargo de armas, congelación de activos y prohibición de viajes a los principales actores de la violencia por un periodo “inicial” de un año, en las primeras sanciones de ese tipo que adopta el consejo desde 2017.
Mercados negros y de violencia
Las medidas afectan a “individuos y entidades (...) responsables o cómplices (...) de acciones que amenazan la paz, la seguridad o estabilidad de Haití”: reclutamiento de menores, secuestros, tráfico de personas, homicidios y violencia sexual como arma de guerra, tráfico de armas, obstrucción de la entrega de ayuda humanitaria y ataques contra el personal o las misiones de la ONU.
La resolución cita expresamente a Chérizier, cuya pandilla bloqueó una crucial terminal de combustible, lo que ha provocado una escasez grave.
La embajadora estadunidense, Linda Thomas-Greenfield, declaró que la resolución era un importante primer paso por parte del Consejo de Seguridad para ayudar a los haitianos, que repudian a delincuentes, incluidos miembros de pandillas y a quienes los financian.
Señaló que una segunda resolución, en la que Estados Unidos y México están trabajando, ayudará a restablecer la seguridad y permitir la entrega de ayuda humanitaria, autorizando “una Misión Internacional de Asistencia a la Seguridad que no sea de la ONU”.
El texto definitivo eliminó la referencia a un pedido hecho el 7 de octubre por el Consejo de Ministros de Haití de enviar con urgencia una fuerza militar internacional para enfrentar la violencia y mitigar la crisis humanitaria.
También se retiró la mención de una carta del secretario general de la ONU, António Guterres, fechada el 8 de octubre, que presentaba alternativas para ayudar a la Policía Nacional haitiana a combatir la violencia de las pandillas.
La aprobación de la resolución por parte de las 15 naciones que integran el Consejo de Seguridad de la ONU, cuyas divisiones se han exacerbado por la invasión rusa de Ucrania, mostraron una señal inusual de que los miembros del consejo pueden trabajar juntos, por lo menos en algunas crisis globales.
La Comisión Europea anunció la ayuda por un millón de euros a Haití para contener el brote de cólera.