Roma. La ultraderechista Giorgia Meloni fue designada ayer primera ministra de Italia por el presidente Sergio Mattarella, y le confió la tarea de formar gobierno conformando la nueva coalición para dar a Italia su primera administración de extrema derecha desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y la única en la historia italiana encabezada por una mujer.
La jefa del partido Hermanos de Italia, fuerza política de origen neofascista, confirmó tener el respaldo “unánime” de la coalición tripartita de derechas.
Un funcionario de la presidencia anunció que Meloni y su gabinete prestarán juramento hoy. Su instituto fue el más votado en la elección nacional del mes pasado.
Horas antes de la formación del nuevo gobierno, Meloni, una política de carrera de 45 años, declaró a la prensa que ella y sus aliados le habían pedido unánimemente al presidente Sergio Mattarella el mandato para gobernar.
Obtener la jefatura corona el notable ascenso, contra todo pronóstico, de Hermanos de Italia, que Meloni cofundó en diciembre de 2012 y que, durante sus primeros años, fue considerado un movimiento marginal de la derecha.
La también periodista no hizo comentarios públicos antes de dejar el palacio presidencial de Quirinal. En la jornada, se había reunido ya con Mattarella y dos de sus principales –y a veces problemáticos– aliados de derecha: Matteo Salvini (La Liga) y Silvio Berlusconi (Forza Italia)
La premier declaró a los reporteros que el gobierno fue formado en un “tiempo breve” luego de la elección del 25 de septiembre. Después de los comicios previos, en 2018, tomó tres meses para formar una nueva coalición a cargo.
Darle rápidamente un nuevo gobierno al país “fue posible debido a la claridad del resultado de la votación y la necesidad de proceder de manera expedita también debido a las condiciones internas e internacionales que requieren una administración pública plena para realizar sus tareas”, aseveró Mattarella.
Italia y gran parte del resto de Europa sufren los altos precios de los energéticos y el drama de la guerra de Rusia en Ucrania, que pudiera obstaculizar los suministros de gas este invierno y continuar elevando las cuentas de electricidad para hogares y negocios.
Berlusconi y Salvini son viejos admiradores del presidente ruso Vladimir Putin.
Meloni respalda firmemente a Ucrania en su defensa contra la invasión rusa. Esas diferencias pudieran causar retos para su coalición.
Durante una reunión esta semana con legisladores de su partido Forza Italia, el ex premier Berlusconi expresó simpatía con las motivaciones de Putin para invadir Ucrania. Una grabación de la conversación filtrada a la agencia noticiosa LaPresse mostró además a Berlusconi haciendo comentarios contra el presidente ucranio Volodymir Zelensky y alardeando de que Putin le había enviado botellas de vodka por su cumpleaños 86.
En respuesta a la grabación, Meloni insistió en que cualquiera que se integre a su gobierno debía atenerse sólidamente a la oposición de Occidente a la guerra de Putin. Si eso significaba que su gobierno no podía ser formado, añadió Meloni, ella asumiría ese riesgo.
Su primer anuncio fue el de designar ministro de Economía a Giancarlo Giorgetti, considerado como una figura moderada y proeuropea de la Liga, la formación ultraderechista de Matteo Salvini.Giorgetti deberá coordinar con los demás países de la Unión Europea la respuesta a una coyuntura difícil, acentuada por la crisis energética y la inflación. Pese a su reputación euroescéptica, Meloni también nombró al frente de la diplomacia a un europeo convencido, el ex presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.